Ayón voló la semana pasada a EE UU para incorporarse a los Hornets. En Fuenlabrada querían que pospusiera el viaje hasta después del partido ante el Lucentum -en teoría un rival para la permanencia, aunque en este momento con miras más altas-, pero en Nueva Orleans tenían prisa. Al final, sin el visado, Ayón ni jugó su último partido con el Fuenla ni se ha estrenado aún en la NBA.

Se perdió el duelo de los equipos revelación. A estas alturas, con el Lucentum sólo han podido Madrid, Unicaja y Caja Laboral, y ayer el Fuenla estuvo a punto (34-18), pero el cásting para buscar nuevo referente no salió bien.

Triples.

Y eso que Penney comenzó enchufado (diez puntos en el primer cuarto sin fallo), Colom parecía doctorarse en el Fernando Martín (suele bajar de revoluciones como local) y Sené estuvo inmenso en defensa (seis tapones). Pero un parcial de 0-11, que pudo ser de 0-13 si los árbitros hubieran dado un palmeo de Kone, dejó al Alicante a tiro (47-45). Y ese fue el momento de Ty Ellis que, con cuatro triples en el último periodo, dejó al borde del precipicio a un Fuenla sin ideas y que se la volvió a jugar con Penney. Falló, pero sigue el optimismo. "Esta es la línea", animaba Laviña tras caer ante un Alicante que virtualmente está en la Copa.