Los Knicks esperaban resurgir de sus cenizas con los fichajes de Carmelo Anthony y Amare Stoudemire, dos fijos en el All Star, pero las cosas no están saliendo como se esperaba. Ni mucho menos. Tras perder el segundo partido de la serie contra Miami, Amare explotó en el vestuario, pegó un puñetazo a la protección de cristal de un extintor, la rompió y se cortó en la mano izquierda. Necesitó puntos, es baja confirmada para el tercer partido y más que probable para toda la eliminatoria, que ahora parece destinada a ser corta.

Aunque luego se disculpó en Twitter ("Estoy tan enfadado conmigo mismo... Quiero pedir perdón a los fans y al equipo, no estoy orgulloso de mis acciones"), los Knicks están que trinan con el ala pívot, al que pagarán más de 20 millones anuales hasta 2015. Ya en los playoffs del año pasado, su primero en la Gran Manzana, Amare sufrió otra lesión estúpida por hacer un mate innecesario en un calentamiento. Jugó mermado el resto de la serie y los Celtics les barrieron por 4-0.

Motivos.

En Nueva York se especulaba ayer sobre la causa del enfado de Stoudemire. Los más positivos hablaban de la frustración por la derrota, los peor pensados de su indignación con que Carmelo Anthony hubiera dispuesto de 26 tiros a canasta y él sólo de 9 (metió 6 y se fue a los 18 puntos). De un modo u otro, los rumores de traspaso arreciaban ayer en Nueva York.