No hubo la emoción de los partidos de décadas pasadas entre el Real Madrid y Cantú. Y no la hubo porque al conjunto blanco sencillamente le ha sentado mucho mejor el cambio de siglo. Esta noche los de Laso pasaron por encima del equipo italiano para seguir así apuntalando el liderato del grupo en un partido con varios actores principales. Si atendemos a los números habría que destacar a Begic (17 puntos y 14 de valoración), de nuevo Rudy Fernández (14 puntos, 2 rebotes, 4 asistencias y 18 de valoración) y Mirotic (14 puntos y 13 de valoración). Pero el papel de los 'secundarios' encandiló también a los madridistas. Ahí emergieron Llull y Carroll. El menorquín engranó después de la lesión y estrenó su nuevo contrato con buenos números (11 puntos y 13 de valoración). El caso del norteamericano es para ensalzar más si cabe (11 puntos). Como buen gregario, rescató al Real Madrid de una de esas pájaras (0-7 de parcial y 18-17 en el marcador) con dos triples consecutivos que terminaron por lanzar al equipo.
Tras asaltar el fortín turco, el Real Madrid defendía el liderato ante el Cantú, un equipo empeñado en desempolvar su poblada estantería de títulos europeos. Laso no se fiaba ni un pelo de la historia, 7-1 favorable a los italianos, ni de la "competitividad" del equipo italiano. Para encauzar la fase de grupos, el equipo blanco pudo contar de nuevo con Sergio Llull, que estrenaba contrato en el parqué madrileño. Pero el técnico vasco no quiso tocar el quinteto que tan buenos números hizo en Estambul y el menorquín esperó su turno en el banco. No se le echó en falta porque el Real Madrid saltó en modo azotador y el Cantú incluso se puso en posición para recibir el castigo.
Los daños para los de Trinchieri fueron devastadores: parcial de 10-0 y nefasto en el tiro exterior. Aradori se atrevió a sumar los primeros puntos para los italianos, allá por el quinto minuto, pero el Real Madrid, a lomos de Mirotic y Begic (anotaron 14 de los 16 primeros puntos), campaba a sus anchas por el Palacio de los Deportes. Entonces llegó esa cuesta arriba que suele descolgar al Madrid cuando va en cabeza. La ascensión dejó un parcial de 0-7 y la totalidad de la ventaja obtenida en los primeros minutos (18-17).
Dos triples de Carroll lanzan al Madrid
Entonces aparecieron los bidones de Jaycee Carrol para avituallar al equipo con dos triples consecutivos. Los madridistas más supersticiosos respiraban aliviados porque si el norteamericano clava el primero los problemas se esfuman. No iban desencaminados porque una vez sobrepasada la pájara, el Real Madrid se dejó llevar hasta partir en dos al Cantú antes del descanso (41-26). Fue un cambio de imagen promovida por Carroll pero continuada por el resto. Sergio Rodríguez deleitó nada más entrar con un gran movimiento para que Slaughter machara al aro, Rudy Fernández aportó desde la línea de tres y Begic seguía a lo suyo bajo el tablero (11 puntos al descanso).
Pablo Laso plantó el mismo quinteto inicial tras el descanso para intentar calcar el comienzo arrasador. No resultó tan devastador, pero casi. Y es que el Madrid no era sólo Begic, que mantuvo su ritmo anotador, también emergía Rudy para cocinar los ataques o Slaughter para poner la pizca de espectáculo con mates aplastantes. Ante ese despliegue, el Cantú sólo se nutría de la anotación de Aradori y Brooks. Y esa aportación les dio para encarar los últimos diez minutos con quince puntos de desventaja (63-48).
El último cuarto no pudo empezar mejor para el Real Madrid. Una internada de Llull y otra de Carroll trajo la máxima ventaja del partido (20 puntos). La desestructuración del equipo de la provincia de Como era total y hasta el bocinazo final no pudieron más que maquillar el marcador (80-66). Aradori y Brooks fueron los mejores (21 y 18 de valoración respectivamente). Y el Madrid degustó el tramo final con el buen sabor de boca que da saber que continúa líder del grupo.
