Los Lakers naufragan y más si están lejos del Staples Center. Sin contar el partido que el equipo angelino disputó la pasada madrugada en Chicago, sólo han ganado cinco de sus 18 encuentros a domicilio. Un auténtico desastre. Y más si se tiene en cuenta que su última victoria data del año pasado (el 22 de diciembre ganaron a los Golden State) y que el 30 comenzarán un tour de siete encuentros por todo el país: Phoenix, Minnesota,­ Detroit, Brooklyn, Boston y Charlotte para cerrar su gira en Miami, donde sólo han ganado una vez desde 2005.

 "Nuestro balance es éste porque hemos jugado horriblemente mal. No creo que a mis jugadores les preocupe si el partido es en un sitio o en otro", dice D'Antoni. Pero lo cierto es que o estos Lakers crecen rápido o el favorito para citarse en la final con los Heat antes de que comenzara la temporada, se quedará sin playoffs, algo que no ocurre desde 2005.

Presupuesto. El equipo de Los Cuatro Magníficos no está entre los ocho mejores del Oeste. Si los de D'Antoni quieren meterse en la lucha por el anillo, deberán mejorar sus números a domicilio ya que 22 de los 41 partidos que le quedan serán fuera de la capital californiana. Esa es su primera asignatura pendiente, aunque esta temporada suspenden muchas otras: la defensa, los sistemas que no encajan con los jugadores, la falta de suplentes de calidad... Y todo en un equipo que gasta cien millones de dólares sólo en el sueldo de su plantilla.