Que Damian Lillard está bendencido por los dioses del baloncesto es algo que aprendimos la temporada pasada, cuando pasó de ser número 6 del draft a Rookie del Año por aclamación después de promediar 19 puntos y más de 6 rebotes por partido y convertirse en una de las grandes noticias de la campaña. En su segundo año ha confirmado que tiene madera de estrella y de líder y guía junto a LaMarcus Aldridge a unos Blazers que han sido uno de los mejores equipos en el primer tramo de la temporada NBA.

Pero hay más: la condición de estrella en ciernes de Lillard puede salir más que rubricada del próximo All-Star Weekend, que se celebra en Nueva Orleans en poco más de una semana. El base, explosivo pero de sólo 1’91 de estatura, ha confirmado que estará en el concurso de mates. La noticia es doblemente importante porque le pone en camino de ser el primer jugador en la historia en participar en todos los eventos del fin de semana de las estrellas, que ahora mismo son cinco.

El jugador de los Blazers ha sido elegido como reserva del Oeste para el All-Star Game. Además, por su condición de jugador de segundo año tiene derecho a jugar el Rising Stars Challenge que reúne a novatos y sophomores. Además, defenderá su corona de la temporada pasada en el concurso de habilidades, el Skills Challenge, y mientras confirma que estará en los mates la NBA le brinda la posibilidad de estar en el concurso de triples para firma el histórico pleno.

El concurso de mates empieza a tomar forma en un año en el que puede subir seriamente de nivel ya que además de Lillard podrían estar presentes Paul George, Terence Ross y John Wall.