El Real Madrid de Pablo Laso repetirá presencia en la Final Four tras conseguir doblegar al Olympiacos, campeón en los dos últimos años, en el quinto partido de la serie de cuartos de final. Había que remontarse a los años 1995 y 1996 para ver a los blancos disputando la fase final en dos años consecutivos. En total, con la de Milán (del 16 al 18 de mayo) el club madridista habrá participado en un total de seis finales a cuatro. 

Pese a ser la entidad con el mayor número de trofeos (ocho) en la máxima competición continental, únicamente uno llegó tras participar en esta ronda decisiva (el título se decide con este formato desde 1988). Fue en el Príncipe Felipe de Zaragoza. Año 1995. Por aquel entonces, Zeljko Obradovic (el técnico más laureado con ocho coronas en cuatro equipos diferentes) dirigía a los Antúnez, Arlauckas, Sabonis y compañía. Tras derrotar al Limoges de Maljkovic en semifinales, en la final (73-61) derrotaron precisamente a su rival de hoy, el Olympiacos griego. Los 23 puntos y siete rebotes del mítico pívot lituano resultaron fundamentales para conseguir la Octava.

Dos años antes, lograron el billete para la Final Four de Atenas (93), donde cayeron ante el ya mencionado Limoges en semifinales. El conjunto de Clyfford Luyk cayó ante el a la postre sorprendente campeón. En la edición del 96, disputada en París no pudieron defender su condición de campeón y cedieron en semifinales (76-66), ante un Barcelona que sucumbió en un agónico final ante el Panathinaikos.

Pasarían 15 años para volver a ver a los blancos en una final a cuatro. Fue en Barcelona, en el Palau Sant Jordi (2011). Lele Molin dirigía los derroteros de un equipo que había visto como Ettore Messina se bajaba del barco a mitad de su segunda campaña. Los madridistas pagaron la inexperiencia y encajaron sendas derrotas ante Maccabi (82-63) en semifinales y Montepaschi Siena (62-80) en la lucha por el tercer y cuarto puesto. Su última participación tuvo lugar hace casi un año, en el majestuoso O2 de Londres. Consiguieron regresar a la final tras doblegar al Barcelona (67-74) de un gran Ante Tomic. En el encuentro decisivo tuvieron un inicio fulgurante (27-10 al final del primer cuarto), pero un imponente Spanoulis acabó por arrollarles en la segunda mitad y proclamó campeones (100-88) a los de El Pireo por tercera vez.

Ahora en Milán, los de Laso sellarán su regreso a la élite con su tercera Final Four en los cuatro últimos años. Intentarán dar otro paso más que les devuelva la supremacía en Europa. Para ello, volverán a medirse en semifinales a su archienemigo: el Barcelona de Xavi Pascual. Uno de los dos equipos españoles se medirá ante Maccabi o CSKA. La respuesta, el próximo 18 de mayo.