RIVAS 62- AVENIDA 59

El Rivas gana su primera Liga

Laura Nicholls (16 puntos y 10 rebotes para 29 de valoración) guió al equipo madrileño ante el Perfumerías Avenida, que tuvo la jugada para ganar el partido.

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El Rivas gana su primera Liga
JuanJo Martín EFE

Ya hay nuevo campeón y, además, se estrena. Si en el año 2006, José Ignacio Hernández fue el encargado de incluir en las vitrinas del Perfumerías Avenida su primera Liga, ahora el técnico salmantino lo ha hecho con el Rivas Ecópolis, el nuevo enemigo. En poco más de 15 años el equipo madrileño ha pasado de ser el sueño de un club de cantera a todo un campeón de Liga. Un título que ya acompaña a las dos Copas de la Reina y al subcampeonato europeo. Casi nada. El Avenida, en cambio, se quedó sin redondear su gran temporada y eso que volvió a darle emoción a una película que parecía ya resuelta. Pero no, el asesino al final resultó ser el mayordomo.

Murphy se había erigido como la salvadora de las finales para el Avenida. En la Supercopa, un triple suyo a falta de 18 segundos decidió el partido y también lo hicieron meses después dos tiros libres en la final copera. En el Cerro del Telégrafo la historia no era muy diferente. "Balones a mí", parecía decir la alero norteamericana que tras el descanso se empachó un poquito de él (no anotó hasta el minuto final con malas decisiones). Pero en su muñeca de nuevo pudo estar el partido. Con 60-54 tras un triple de Allison (de nuevo descomunal), el tercer asalto parecía que no iba a ser necesario, que el Rivas ganaría por KO técnico. Pero Murphy, después de que Rezan rebajara la renta a cuatro, le robó la cartera a Clara Bermejo y salió como un torpedo hacia la canasta. Antideportiva. Dos tiros libres, posesión y 26 segundos por jugar. La alero falló el primero, pero la prórroga —e incluso el triunfo— seguía en las manos de las de Lapeña. La jugada era clara: agotar la posesión y buscar una canasta. Pero con lo que no contaban en Salamanca era con que Robinson perdería el balón. Y ahí se terminó el partido.

El Rivas sigue creciendo a pasos agigantados. Los mismos que ha dado Laura Nicholls, buque insignia del proyecto ripense, y que impregna con ese carácter cada encuentro, con esa lucha por cada rebote, con ese tirito limpio desde cinco metros... El gen luchador siempre ha sido la seña de identidad de la Selección femenina, y aunque Elisa Aguilar y Amaya Valdemoro lo vieran todo desde la grada ya retiradas, tienen sucesoras. Y de las buenas. Ahí estaba la pívot cántabra para demostrarlo: 16 puntos y 10 rebotes para 29 de valoración. Toda una MVP.