Ha tardado, pero por fin ha llegado el día de la presentación de Marko Todorovic como jugador del Bilbao Basket, cedido un año por un Barcelona que quiso imponer un par de exigencias en el préstamo para asegurarse que el chaval iba a un sitio con garantías. “Estoy contento por formar parte de este club. Tras todo lo que ha pasado este verano, el Bilbao echa a andar. Estoy ilusionado y prometo dar lo máximo posible. Todos empezaremos con muchas ganas. Espero que tengamos muchos éxitos y demos muchas alegrías al Bilbao”, indicó en el polideportivo de El Fango, donde se ejercita estos días el equipo por la frenética actividad en el resto de pabellones de Vizcaya.

Ha pasado dos años en el Barcelona casi en blanco y confiesa que es hora de dar un paso al frente. “Si trabajo bien, tendré posibilidad de jugar. Influyó para venir aquí quién es el entrenador y el sitio, que era el más interesante”. Lo dijo en alusión a Sito Alonso, que ya estaba en la Penya cuando llegó Marko a Badalona. También Óscar Lata, actual ayudante en Miribilla. “Mumbrú dijo que a la gente le cuesta irse de Bilbao y eso te va convenciendo —prosigue—. No sólo veo este paso como un trampolín para el año que viene, sino como una fase para entrenar y prepararme lo mejor posible”.

Espera un año diferente, en una lucha por la parte media o baja de la tabla en lugar de por la nobleza, como en sus dos clubes anteriores. “Será un grupo bueno. Conociendo el carácter del entrenador, será muy luchador. Aportaré juventud, ganas de demostrar y ganar siempre… lucha. Siempre pienso que tengo que ser un hombre importante. Llego aquí por falta de minutos en Barcelona y es una buena posibilidad; espero ser importante, pero no por venir del Barcelona. Hace poco este club estuvo en Euroliga y jugó la final de la Eurocopa, así que no es un cualquiera”.