Versátil y con aire intratable, España viaja a los cruces de Madrid como líder del Grupo A: ocurra lo que ocurra este jueves ante Serbia en la despedida de Granada. Esta vez tocó resistir y domar (88-64) la bronca de combate sordo que diseñó Vincent Collet, inteligente piloto de esta ‘Air France’ reducida a navegar sin ‘flaps’, los vitales alerones de estabilización: Parker, Noah, Ajinça...

Consciente de sus limitaciones de personal pero sin complejos, Collet intentó optimizar recursos. Y, un poco a la italiana, dispuso una trampa tras otra para tomar el control y perturbar el ritmo de lo que él mismo ha llamado “el ogro español” y “el equipo que domina Europa como la Yugoslavia de los 90”. Francia luchó hasta el último filamento de energía a través de contactos constantes con codos, espalda y cualquier zona del cuerpo. Se llama ‘body checking’. En La Marsellesa es 'a las armas, ciudadanos'. Pero toda esa actividad sólo pudo depositar a los ‘bleus’ en la frágil cabeza de puente de un 19-19 (tras 11-3 de salida para España)… que ni siquiera les salvó de perder el primer cuarto, cerrado con triple clamoroso de Navarro sobre Batum: 22-19.

Sin pestañear ni encogerse y con Pau Gasol controlando la respiración como en un ejercicio de aikido, los hombres altos españoles tenían que ganar cada centímetro de la zona por pura intensidad, entre un oscuro bosque de codos y con el apoyo de algunas salvas exteriores: de Navarro (14 puntos), Llull (10 tantos) y Rudy. Eso permitió a España entrar en el descanso con 44-34. Pero a esas alturas ya se cocía este titular en ‘L’Equipe’: “Francia camina inexorablemente hacia la derrota”: el batallón de Collet estaba al límite de sus fuerzas tras haberse desgastado en el combate contra el muro donde se alzan las torres de los hermanos Gasol y Serge Ibaka: 10 puntos, ocho rebotes. Esta vez, Marc pasó al frente: 17 puntos y seis rebotes. Para Pau, cuatro capturas y 15 tantos.  

La segunda parte fue de tortura para una Francia hecha pulpa y que se empequeñecía minuto a minuto. Ya no había respuestas para la potencia de fuego que maneja España: nunca Francia ha ganado a la Selección con Pau Gasol en pista. Si Pau está es 10-0 para España que voló con un 8-2 tras el intermedio, rumbo al 65-50 que cerraba el tercer cuarto. En cuatro minutos más se estaba 72-54, ya con todo concluido. España llega a Madrid como líder. Y hay algo más: mete miedo. Impone.