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GRUPO B | GRECIA 76 - 65 CROACIA

Una sólida Grecia puede con la intermitencia croata

Los griegos sellaron el partido en una colosal primera mitad, cerrando espacio a los croatas, que en ningún momento se sintieron cómodos.

Actualizado a
Una sólida Grecia puede con la intermitencia croata
RAÚL CAROEFE

Grecia ha vuelto a demostrar que, más allá de España y Estados Unidos, es la selección más sólida de la competición. Solventó su primera gran prueba de fuego (antes venció a Senegal, Filipinas y Puerto Rico) al ganar de forma contundente a una Croacia que, un día más, fue tan inconsistente como de costumbre. Los de Repesa tiraron el partido en una primera parte horrorosa, donde Grecia fue infinitamente superior y donde surgió la figura de Kostas Papanikolau. El alero, que este verano ha dejado el FC Barcelona para jugar en los Houston Rockets de la NBA, se motiva de forma especial cuando tiene delante a Bojan Bogdanovic, miren sino la Euroliga. El ex del Barça secó al mejor croata en lo que llevamos de torneo, y aportó en un ataque basado en la variedad: Bourousis, Kaimakoglu, Printezis, Calathes... toda Grecia sumó. Tanto que al descanso la valoración echaba humo: 55-18 para los helenos. 36-23 en el marcador.

La única pieza que falta por encajar en Grecia es el NBA Giannis Antetokoumpo. En este Mundial ha jugado de base, escolta, alero y hasta de falso '4', pero sólo en el partido ante Senegal consiguió ser regular. Katsikaris lo sabe y hoy sólo jugó 12 minutos.

Tras el descanso Repesa dió los galones que se merece a Bojan Bogdanovic y éste no defraudó. Superó la defensa de un Papanikolau más relajado y apretó el marcador acercando a Croacia a diez puntos. Pero no pasó de un simple avisó. Grecia volvió a mover el balón con Sloukas y Vougioukas aportando desde el banquillo y el partido murió. 76-65 y la sensación de que Grecia puede ser el hueso más grande que se pueda encontrar España en su camino hacia la final del 14 de septiembre. No está Spanoulis y Diamantidis ya ha dicho que no va a volver, pero Grecia siempre está, siempre compite. Quizás su punto débil sea la falta de un Spanoulis (qué facil suena), un jugador que asuma posesiones cuando el partido esté apretado, pero se ha mostrado como un conjunto tremendamente equilibrado. Buen juego interior, intensidad defensiva, tiro de tres, carga en el rebote... Grecia está, y ya se le espera.