Cerca del final del tercer cuarto, Allen Crabbe saltó a la pista del Moda Center. El sophomore de los Blazers era hasta entonces el único jugador con contrato garantizado que no había participado en el tercer partido de pretemporada de los de Oregón… junto a Víctor Claver, que se quedó sin jugar. Otra vez y por segundo partido consecutivo. En total y en tres partidos, el alero español ha jugado cinco minutos (sobre 144) con dos noches seguidas en blanco. Su balance de pretemporada, cuando se hacen las pruebas y se ajustan las rotaciones, es de dos tiros a canasta y dos puntos (1/2). Nada más. Pésimas noticia en último año de contrato rookie (1,3 millones de dólares) y antes de que los Blazers le pueden ofrecer una qualifying offer de 1,7 para convertirle en agente libre restringido.

Es preocupante no tener minutos en pretemporada, el peor síntoma para un jugador ya de tercer año que juega en un equipo cada vez más competitivo y más largo y profundo en su rotación, que luego Terry Stotts (como casi todos los entrenadores NBA) va ajustando y acortando según se acercan las fechas claves de la competición. Ya con 26 años, esta temporada parece un punto de inflexión claro en la carrera de Claver, que pasó de 16,6 minutos y 3,8 puntos por partido como rookie a 8,8 y 2,2 en su segundo año. Todavía no ha jugado 1000 minutos (996 hasta ahora) en partidos oficiales con la camiseta de los Trail Blazers.

Unos Blazers que, por lo demás y pese a la baja de Lillard, ganaron un partido noble entre los dos equipos que perdieron en las pasadas semifinales del Oeste: los Clippers ante los Thunder, ellos ante los Spurs, que estaban pidiendo pista tras su discreto inicio de playoffs ante Dallas en ruta hacia unas rondas finales (Thunder, Heat) en las que alcanzaron la absoluta perfección. Ahora, Portland quiere volver como mínimo al mismo lugar y los Clippers quieren dar el paso definitivo hacia las finales, primero la del Oeste. Para ninguno de los dos será fácil cumplir objetivos en un Oeste con Spurs, Thunder, Warriors, Rockets, Grizzlies, Mavericks…

El partido (119-114) fue un divertido tiroteo en el que se vieron 39 triples: 17/25 los Blazers, 19/39 los Clippers. Entre McCollum, Matthews y Batum, 13/18. Números impresionantes para ganar al nuevo gallo de Los Ángeles, que ha perdido sus dos partidos de pretemporada y que no salió vivo de un mal día en el tiro de Chris Paul (6/15) y Blake Griffin (4/16). Enfrente, Stotts mantuvo a Steve Blake en la segunda unidad, donde formará durante la temporada, y cubrió la baja de Lillard con CJ McCollum. El escolta sophomore respondió como base con 19 puntos y 6 asistencias. Una excelente noticia para los Blazers, que han perdido durante el verano a Mo Williams y que tienen en el de Lehigh a una de sus opciones de crecimiento más claras. Top ten del draft de 2013 (número 10), se quedó como rookie en menos de 13 minutos y apenas 5,3 puntos por partido. Ahora parece dispuesto a hacerse un hueco en una rotación cada vez más profunda en la que parece que lo va a tener muy complicado, todavía más que en sus dos primeros años, Víctor Claver.