El 17 de julio llegaba el mazazo en Miribilla: el Bilbao, expulsado de la ACB. Otra vez en el infierno una ciudad que ya había vivido un calvario similar con el Caja Bilbao. Los aficionados salieron a la calle en manifestación, los políticos se movieron en la sombra... Entonces comenzó un pulso con el nuevo presidente ejecutivo de la patronal de clubes, Francisco Roca. Se logró la readmisión vía Tribunal Administrativo del Deporte.

El club estaba patas arriba: se venía de una huelga de jugadores, había apiladas denuncias por impagos, seis millones de deuda, patrocinadores en estampida... y en esto aparecieron en escena cinco personas que formaron un grupo alternativo de gestión y dieron el golpe de efecto necesario. Primero desmontaron de la nave al dueño del tinglado, Gorka Arrinda, luego fueron llegando a acuerdos con los acreedores para realizar quitas del 50% y el pago del resto en cinco años y finalmente pidieron un crédito, avalado por su patrimonio, para pagar el Fondo de Garantía Salarial.

Lo explica Davalillo, actual presidente del club: “Fue todo muy complicado y llegó a afectar físicamente a los consejeros. Con lo que ha aportado esta ciudad a la ACB, no me esperaba una reacción tan tajante de Roca, con una gente que entró a solucionar un proyecto en caída libre. Él quiso cumplir una norma, pero la sanción era desproporcionada...”.

Los consejeros empezaron a ver luz, pese al recurso de la ACB a la suspensión cautelar de la expulsión. La Asociación vio que quedaba desautorizada y hace poco se marcó un período de reflexión para ver cómo puede recuperar el mando en la aceptación o denegación de los permisos para su Liga. El Bilbao amenaza: si le vuelven a echar pedirá daños y perjuicios. El club confió las riendas a Sito Alonso, con una buena ficha, y propuso a Rafa Pueyo la dirección deportiva, pero este prefirió apartarse. El técnico fue labrando un plantel con parte del esqueleto anterior y con jóvenes, algunos cedidos como los Todorovic (Dejan y Marko). El equipo maravilla y el 3-0 actual es el mejor inicio de la historia de la franquicia. Y lo seguirá siendo aunque pierda el domingo en Vitoria.