La NBA ha anunciado que la sanción definitiva para Jeffery Taylor será de 24 partidos suspendido de empleo y sueldo. El jugador de Charlotte Hornets se declaró culpable antes del comienzo de la temporada de cargos por "violencia doméstica y destrucción maliciosa de la propiedad". Ante el juez, reconoció que había empujado a su novia contra una pared en un hotel de East Lansing, acto al que siguió su arresto y la prohibición de los Hornets de participar en cualquier actividad de la franquicia.

Taylor, de 25 años, ya ha estado fuera del equipo en los once partidos disputados hasta ahora en la presente temporada, así que la sanción le obliga a estar otros trece partidos fuera de las pistas y sin recibir la parte proporcional de su salario.

El comisionado Adam Silver ha dejado claro, a través de una nota oficial, que este es un asunto que la NBA se toma con la máxima seriedad: "La violencia doméstica es un problema que atenta a la ética de cualquier comunidad u organización que quiera sentirse orgullosa de transmitir unos valores de respeto a los demás, de buen comportamiento moral y de decencia. Mi responsabilidad es salvaguardar los intereses de la Liga. Más allá del profundo impacto en las víctimas, cualquier caso de violencia doméstica daña también a la NBA porque mina la confianza que el público ha depositado y deposita en ella. La NBA está firmemente comprometida con la lucha contra este problema. Seguiremos dando pasos firmes en busca de una mayor concienciación y educación en el entorno de nuestros jugadores y sus familias. Sabemos de nuestra responsabilidad en la prevención de una conducta que es absolutamente destructiva e inaceptable".