UNICAJA 99 - REAL MADRID 92

El Madrid no levanta cabeza

Cayó en la prórroga después de un partido igualado y tenso con Unicaja, que mantiene su liderato. Granger y Fran Vázquez mataron a los blancos. Final con polémica.

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Entre no querer y no poder, lo primero es más reprobable y lo segundo más preocupante. El Barça no quiso en Santiago. Y perdió. El Madrid no pudo. Y también cayó, aunque en la prórroga. El resultado: Unicaja líder, mucho más líder. Dos triunfos de ventaja ya sobre el segundo. La emocionantísima última jornada del año amagó con un cuádruple empate en cabeza y terminó dejándonos una minibrecha en la tabla, con el equipo malagueño en su mejor momento desde que ganara la Liga en 2006.

No tuvo fácil sobreponerse al empuje blanco. Un rival que arrancó herido en el orgullo por el Clásico y mostró más energía e intensidad en defensa en los ocho primeros minutos que en el resto de la fase regular. Alternativas varias: zonas, mixtas, presión al base, dos contra uno en el lateral del medio campo. La actividad y la manera de compartir el balón demostraban mucho deseo: 17-29, primer cuarto (luego 17-32, máxima renta visitante).

Pero mientras el Real agotaba su reserva de adrenalina, el Unicaja descorchaba la suya. Fran Vázquez y Jason Granger rebasaban a sus pares, les arrancaban las pegatinas: 44 puntos, 14 rebotes, 11 asistencias, 3 robos y 65 de valoración entre los dos. Seis mates del pívot ante un Ayón tan impotente como el Madrid (cuarta derrota en cinco jornadas).

El Unicaja le devolvía en el segundo acto los 29 tantos encajados y en el tercero desaparecía el baloncesto (mal arbitraje) para volver en el último... Empate. Rudy, fantástico, llevaba 20 puntos a nada de la reanudación, pero sólo añadió cuatro en los últimos 20 minutos. El Madrid se atascó, demasiado bote, no pudo. Pasó de meterlo todo a casi nada, a fallar en las ayudas, a repetir errores. Cedió ocho tantos de ventaja en el cuarto periodo (59-67) y remontó seis en la prórroga (de 87-81 a 87 iguales).

Un canastón de Vázquez, dos tiros libres errados por Ayón y el tino de Toolson desde la personal (11 de 11), decidieron. Los árbitros apuntillaron con una antideportiva a Llull. No se suelen pitar en los desenlaces, pero lo fue. Cosas del criterio. Le seguiría una técnica a Reyes tras otra al banquillo blanco en el inicio del tiempo extra. Feo cierre a una bella disputa.