La penúltima etapa en el camino hacia su Final Four arranca hoy para un Real Madrid en plena crisis, inmerso en un mar de dudas tras encajar cuatro derrotas en los últimos cinco partidos de la Liga Endesa. El Top-16­­ de la Euroliga se presenta cuesta arriba para los blancos: lejos de la capital de España, donde habrá campeón el 17 de mayo, y con un rival muy peligroso al acecho. El rotundo Kombank Arena de Belgrado será un infierno para un equipo que ha perdido sus señas de identidad —defensa y velocidad— y el Estrella Roja, una seria amenaza para su volátil estabilidad emocional. Las entradas para el partido se agotaron en apenas dos horas y más de 21.000 fogosos aficionados serbios presionarán de lo lindo desde las gradas.

Tras mostrarse inferior al Barcelona y dar signos de mejoría, pero perder el partido y los nervios ante el Unicaja, el Madrid ha generado desconfianza en la solidez de su proyecto y la continuidad de Laso puede peligrar. No es ningún secreto que Florentino Pérez tuvo dudas sobre el técnico en verano, pero decidió que siguiera rodeándolo de ayudantes cualificados, Zan Tabak y Chus Mateo, ambos con experiencia como entrenadores jefe en ACB y elegidos por el club. ¿Gesto de desconfianza? A día de hoy no hay intención de prescindir del vitoriano ni se le ha dado un ultimátum porque hay fe en la reacción. Pero si llegaran más derrotas con mala imagen, empezando por el duelo de hoy y los siguientes ante Andorra, Galatasaray y Baskonia, todo podría ser, desde la destitución hasta la dimisión. Pese a su crisis, las apuestas y los mánagers encuestados por la Euroliga ven al Madrid favorito al título continental junto a CSKA, Barça y Fenerbahçe.