REPORTAJE

Parte I: ¿Cuál es el rey de los dorsales en la NBA?

¿Qué franquicia ha retirado más número? ¿Cuál es el número más retirado? ¿Y el menos utilizado en la Liga estadounidense? Aquí las respuestas a estas dudas.

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Parte I: ¿Cuál es el rey de los dorsales en la NBA?

Es indudable que si hay un deporte en donde mandan los números, ese es el baloncesto. Desde las estadísticas más básicas, como los puntos, los rebotes o las asistencias, hasta las más avanzadas, como el ratio asistencias/pérdidas o la productividad, todo se cuantifica. Incluso los centímetros que mide de altura cada jugador o la envergadura de sus brazos. Hasta hay dichos que resaltan esta obsesión por los números, como el que reza que quien se impone en los tableros acaba ganando el partido. El deporte de la canasta está, definitivamente, invadido por la fría estadística. Este reportaje va de números, pero no de estas frías cifras que nos indican la productividad de los jugadores o los equipos. Los números a los que me voy a referir son cálidos: traen recuerdos, suscitan emociones y, a diferencia de los estadísticos, son de distintos colores y formas. Me refiero a los dorsales. El número definitivo por el que son recordadas las leyendas. Y es que, ¿qué amante del baloncesto no ve un 23 y se acuerda inmediatamente de Michael Jordan? ¿O un 32 y piensa en Magic? ¿O un raro doble cero y piensa en El Jefe Robert Parish?

Este reportaje va a intentar dilucidar, de la forma más objetiva posible, cuál es el rey de estos números en la liga más importante del mundo. El rey de los dorsales en la NBA. Para ello, he tenido en cuenta, sobre todo, los dorsales retirados por cada equipo y los que vestían las 50 leyendas elegidas por la NBA con motivo de su quincuagésimo aniversario y los jugadores posteriores que podrían entrar en una futura ampliación de esta lista. Un apunte antes de entrar en materia: si bien es cierto que la liga norteamericana ha permitido (y permite) cualquier número de una o dos cifras como dorsal del jugador, hay números mucho más frecuentes que otros. Es poco habitual ver jugadores con dorsales comprendidos entre el 25 y el 29, raro verlos entre el 36 y el 39 y el 46 y el 49, y bastante difícil encontrarlos superiores al 55. En la actualidad, tan solo hay unos pocos dorsales usándose entre el 56 y el 99, cuando son casi la mitad de los números permitidos como dorsales por la liga: Andrea Bargnani en los Knicks con el 77, Batum en Portland y Shved en Philadelphia y Houston, ambos con el 88; Drew Gooden en Washington con el 90, el exestudiantil Nogueira en Toronto con el 92 y Jae Crowder en Boston con el 99.

Vayamos con los dorsales retirados por los equipos, no sin antes aclarar también que hay franquicias mucho más generosas que otras a la hora de honrar a sus jugadores y convertirles en leyendas colgando sus camisetas del techo. Que el equipo que más números retirados tiene sea el más laureado, los Boston Celtics, entra dentro de la lógica. Pero dicha lógica no se mantiene cuando se echa un vistazo al resto de las franquicias. Así, el tercer equipo con más anillos, los Bulls, solo tienen cuatro dorsales retirados. Y sin embargo, los Sacramento Kings, con tan solo un título que se remonta a 1951, cuando aún eran los Rochester Royals, tienen la friolera de once, incluyendo el número 6 en honor a sus fans (considerando a su afición como un ‘sexto jugador’ que ayuda igual que los cinco sobre la cancha). Con respecto a este número en concreto, de los seis equipos que lo han retirado dos lo han hecho con este motivo (el otro son los Orlando Magic) compartiendo los fans de ambas ciudades el honor de ‘codearse’ con auténticas leyendas de la NBA como Bill Russell, Julius Erving o en un futuro más que probable LeBron James, que lo vistió en su estancia con Miami Heat en la que ganó dos de los tres anillos que posee la franquicia de Florida.

También hay que decir que, por supuesto, hay equipos que aún no han retirado ningún número, en algunos casos por la juventud de las franquicias (como ocurre con Toronto, Memphis, Charlotte u Oklahoma City). Otra historia son los Clippers, fundados en 1970 como Buffalo Braves y que han contado entre sus filas con jugadores legendarios como Bob McAdoo o Bill Walton, ambos en el Hall of Fame. En la plantilla actual los angelinos tienen a un par de candidatos para ‘estrenar’ el techo de su pabellón en Chris Paul y Blake Griffin, aunque a priori parecen obligados a ganar algún anillo para que esto ocurra.

En tercer lugar tenemos un empate entre los dorsales 15 y 22, cada uno retirado en siete ocasiones. El capicúa 22 adorna los estadios de Celtics (Ed Macauley), Cavaliers (Larry Nance), Mavs (Rolando Blackman), Lakers (Elgin Baylor), Knicks (Dave DeBuschere) y, por supuesto, los de Blazers y Rockets en honor al elegante escolta Clyde The Glide Drexler, que pese a pasar tan solo dos de sus quince temporadas en Houston vio como los Rockets honraban su número por su decisiva contribución a su segundo anillo (aunque es razonable pensar que el hecho de que el jugador fuera una leyenda en la Universidad de Houston, en la que usaba el mismo dorsal, también influyó).

Con respecto al 15, estaría en condiciones de subir de categoría si en la ciudad de Denver, Colorado, le perdonaran la espantada a Carmelo Anthony. De momento el número luce en lo alto de las canchas de Boston (Tom Heinsohn), Dallas (Brad Davis), Detroit (el microondas Vinnie Johnson), Philadelphia (Hal Greer), Portland (Larry Steele) y, en el caso opuesto al de Drexler, por dos jugadores distintos en el mismo equipo: los New York Knicks. El equipo neoyorkino le retiró el dorsal el 1 de marzo de 1986 a su mítico base Earl The Pearl Monroe, que también recibió el apodo de Black Jesus en las calles de la Gran Manzana. Monroe también tiene retirado el dorsal número 10 en Washington, aunque cuando jugó con ellos ni estaban en la capital ni se llamaban Wizards: eran los Baltimore Bullets que llegaron a la final en 1971. Justo pocos meses después el base sería traspasado a los Knickerbockers, con los que sí que lograría el ansiado anillo en el 73. El equipo neoyorkino volvió a retirar el número 15 seis años después de honrar a Earl Monroe, esta vez para hacer lo propio con un jugador que lo había vestido bastante antes: Dick McGuire, un base de 1,81 que jugó en el equipo desde 1949 a 1957, pasando a ser el entrenador neoyorquino durante un par de temporadas en los 60.

En segundo lugar, de nuevo un empate, esta vez entre el 10 y el 33, ambos retirados ocho veces. El redondo número 10 luce en los techos de los pabellones de Boston (Jo Jo White), Chicago (Bob Love), Detroit (Dennis Rodman), Miami (Tim Hardaway), Nueva York (Walt Frazier), Philadelphia (Mo Cheeks), Washington (el ya citado Earl Monroe) y, metafóricamente por ahora, Seattle (Nate McMillan).

El 33, segundo capicúa que aparece en esta lista, ha sido llevado por algunas de las leyendas más notables y reconocibles que han pasado por la NBA. El número cuelga de los techos de Boston (en honor a Larry Bird), Chicago (por Scottie Pippen), Denver (David Thompson), Miami (Alonzo Mourning), New York (Patrick Ewing), Phoenix (Alvan Adams) y de los pabellones de Milwaukee y el de Los Angeles Lakers, ambos para honrar al máximo anotador de la liga, el legendario pívot Kareem Abdul-Jabbar.

Antes de hablar del número que va primero en el ránking, al menos en lo tocante a los números retirados, me gustaría citar otro número que en un futuro no tan lejano podría empatar con el 10 y el 33 en segundo lugar. Y no es otro que el mítico y reconocible número 23, retirado actualmente por seis equipos pero que sin duda alguna subirá en el escalafón tan pronto como se retiren dos rutilantes estrellas que lo visten en la actualidad. Hablo, por supuesto, de LeBron James y Anthony Davis.

En el caso de King James podría darse por seguro que Cleveland retirará su dorsal aunque no llegue el ansiado el anillo, ya que, aparte de ser vecino y declarado seguidor del equipo desde niño, cumple de sobra todos los requisitos para hacerlo: MVP en dos ocasiones vistiendo los colores de los Cavs (logró otras dos veces el galardón en Miami), seis veces All Star (otras cuatro con los Heat), máximo anotador total de la franquicia (tanto en regular season como en playoffs), record de anotación en un partido con 56 puntos, tiros anotados e intentados, tiros libres anotados e intentados, rebotes totales en playoffs, asistencias en playoffs, robos de balón...

Con respecto a Anthony Davis, en tan solo su tercera temporada en New Orleans está promediando números de superestrella con medias de 24 puntos, 10,5 rebotes, 3 tapones, 1,6 asistencias y 1,6 robos por partido, todo esto a la edad de 21 años (en marzo cumplirá los 22). Es indudable que si las lesiones le respetan estamos ante el pívot dominador de lo que queda de década y primera mitad de los años 20, y a poco que pase la mayoría de su carrera en el estado de Lousiana es más que probable que su número acabe colgado en el Smoothie King Center (que vaya usted a saber que nombre tendrá dentro de quince o veinte años). Los seis equipos que tienen el número ya retirado son los Hawks (Lou Hudson), Celtics (Frank Ramsey), Nets (John Williamson), Rockets (Calvin Murphy), y los Bulls y los Heat en honor a Michael Jordan. ¿Los Miami Heat? Que no cunda el pánico, efectivamente Jordan no jugó nunca vistiendo su camiseta. El último de los récords que batió His Airness fue el que le retiraran el dorsal en un equipo para el que nunca había jugado, algo completamente inédito. Lo hicieron como tributo por su contribución a la liga durante la temporada 2002-2003. Con respecto a Jordan y sus dorsales, una anécdota poco conocida: además del 23, el escolta se vio obligado a utilizar otros dos dorsales en los Chicago Bulls.

La primera ocasión fue durante la temporada 89/90, en concreto el 14 de febrero de 1990, en la que poco antes de su partido contra los entonces debutantes en la liga Orlando Magic un individuo se coló en el vestuario y se llevó su camiseta. Michael se vio utilizado a jugar ese partido con una camiseta sin nombre y con el dorsal número 12 que los de Chicago tenían de repuesto. El segundo es el 45, que utilizó cuando volvió al basket después de probar suerte en el beisbol en un filial de los Chicago White Sox, los Birmingham Barons. El motivo no es otro que el que su número 23 había sido inmediatamente retirado por los Bulls después de su retirada, aunque sería descolgado poco tiempo después, al recibir Jordan permiso de la Liga para seguir vistiendo su dorsal de siempre.

Y por fin, el ganador. El número más veces retirado en la NBA. Evidentemente, igual que en el caso del 33, es el número que han vestido algunas de las estrellas más rutilantes del baloncesto, aunque ya incidiremos en esto en la segunda parte del reportaje. And the winner is... el 32. Retirado en nueve ocasiones, por los Celtics (Kevin McHale), Nets (en honor al gran Julius Erving, el Dr. J), Lakers (ni más ni menos que a Magic Johnson), Bucks (por Brian Winters), Sixers (Billy Cunningham), Blazers (Bill Walton), Spurs (Sean Elliott), Sonics (Fred Brown) y Jazz (El Cartero Karl Malone). Con respeto a este último, una anecdota: cuando fichó por los Lakers en 2003, la franquicia angelina le ofreció la posibilidad de usar el dorsal que ha había llevado durante toda su carrera en Utah, pero The Mailman rechazó esta oferta como muestra de respeto a Magic, decantándose por llevar el 11.