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THUNDER 113 - PELICANS 116

Davis decide todo un partidazo ante un Westbrook estelar

El ala-pívot dio el triunfo a los Pelicans con un majestuoso triple sobre la bocina. Durant volvió a jugar, pero los Thunder se complican los playoffs en un duelo de locura.

Actualizado a
Kevin Durant postea ante Anthony Davis.
Kevin Durant postea ante Anthony Davis.Mark D. SmithUSA Today Sports

El Thunder-Pelicans fue un monumento al baloncesto. Un partidazo que tuvo de todo: tensión, emoción, jugadas espectaculares, buen juego y dos actuaciones individuales fuera de lo común. Westbrook (48 puntos, 11 asistencias, nueve rebotes y cuatro robos, unos números que nadie lograba desde que Larry Bird lo hiciera en 1992) y Davis (41 tantos, 10 capturas y dos tapones) protagonizaron un duelo sublime. En definitiva, uno de esos encuentros que enganchan al baloncesto y que explican porqué la NBA está por encima de cualquier otra liga. Y si a este maravilloso cóctel le añadimos como colofón una estratosférica canasta para decidir el duelo sobre la bocina... Qué más podemos decir. Todo eso ocurrió esta madrugada en el Chesapeake Energy Arena.

Pero vayamos por partes, empezando por el final. Y es que, ¡vaya final! Cuando todo parecía perdido para OKC (110-113 abajo con sólo 2,8 segundos para la conclusión), Russell Westbrook salió en ventaja de los bloqueos para lanzar el triple que pudiera forzar la prórroga. El lanzamiento no entró, pero fue atropellado por Quincy Pondexter cuando aún estaba en el aire. Tres tiros libres que convirtió (para alivio momentáneo de Durant) mientras el público de Oklahoma City rezaba, cruzaba los dedos... Sin embargo a los de Nueva Orleans les quedaba una última carta. Restaban 1,2 segundos, pero la jugada preparada por Randy Wittman en la pizarra no se plasmó sobre la cancha. Así que Tyreke Evans tuvo que entregarle el balón a Anthony Davis, quien se levantó, quedó suspendido en el aire para evitar el punteo de KD y clavó un asombroso triple (el primero que convierte este curso) sobre la bocina. Los genios tienen estas cosas: es más, es el primer jugador que en los últimos 10 años ha sido capaz lograr un 40-10 y convertir el buzzer beater ganador. La Ceja acababa de otorgar a sus Pelicans un triunfo vital y milagroso (113-116) en plena batalla por entrar en playoffs

Y es que ambos equipos sabían lo mucho que estaba en juego. Si todo sigue según lo previsto, ambos, junto a los Suns, se jugarán la última plaza que da acceso a la postemporada en el Oeste. Un octavo puesto que, por el momento, pertenece a Phoenix (29-23). Los pelícanos (27-23) les siguen a un solo partido de distancia, mientras que el equipo de Scott Brooks (25-25), se quedan a tres. Además, en caso de empatar con los de New Orleans tendrían la batalla perdida puesto que los de Louisiana mandan 3-1 en sus duelos directos.

Así que, tras su victoria 48 horas antes a domicilio ante los de Wittman, OKC salió como un tiro (17-6 de inicio) para lograr igualar la serie. Tras endosarles 45 puntos (hasta hoy, su mejor marca personal), Westbrook (sólo el y Wilt Chamberlain han logrado al menos un 45-5-5 con un 50% de acierto en tiros de campo en un back to back) seguía en estado de gracia y acababa el primer cuarto con otros 14. Sin embargo, Tyreke Evans (buen noche la suya, aunque falló dos tiros libres cruciales) ponía la réplica en el mando contrario con otros 10 puntos. En el segundo cuarto, ambas franquicias siguieron intercambiando golpes mientras Durant se desperazaba. El alero volvió a jugar y pese a sus 27 puntos, sigue sin ser el del año pasado. Nunca se esconde, tomó la responsabilidad en los momentos decisivos, pero no está fino.

Sin embargo, tras el descanso los truenos despegaron y se dispararon con una renta de 12 tantos (76-64) en el ecuador del tercer periodo. Parecía que podían romper el encuentro, pero entonces el señor Davis se puso manos a la obra. Anotó otros 12 tantos en los últimos seis minutos del cuarto para poner el 81-83 en el marcador. Partido nuevo. Los visitantes siguieron con su buen momento hasta colocarse 81-88. Firmando así un parcial de 5-24 en 7:35 minutos que en esta ocasión, y para descargo del cuestionado Brooks, Durant y Westbrook lo sufrieron sobre el parqué y no en el banquillo.

Ibaka (10-4 y tres tapones), loco ante el recital ofensivo de Anthony Davis, acabó cometiendo su sexta falta. Un triple de Durantula a poco más de un minuto apretaba las cosas (108-109). Ahí se le acabó la gasolina al alero: erró los cuatro lanzamientos que intentó en los últimos 60 segundos. Y eso que Russell enmendó hasta en dos ocasiones la situación capturando dos rebotes ofensivos. Así llegamos a los ya contados instantes decisivos frenéticos, de infarto. Culminados por el majestuoso triple de Davis. Una imagen que, quién sabe, quizá acabe simbolizando la cesión del MVP por parte de Durant a este joven de 21 años. Aún es pronto para decirlo, y la competencia es dura (Curry, Harden, LeBron... Westbrook incluso), pero si los Pelicans se acaban metiendo en playoffs a lo mejor habría que planteárselo. Mientras tanto, graben donde puedan este partido. No les podría dar un consejo mejor.