"Cleveland ya está aquí" es un titular que no haría justicia a los Cavaliers, pero por si alguien tenía alguna duda, sí, Cleveland está aquí. Y Cleveland asusta. Porque desde que volvió de su lesión LeBron James (13 de enero) los Cavaliers tienen un balance de 18 victorias y sólo tres derrotas, siendo el de hoy contra los Warriors el mejor triunfo y el más importante hasta la fecha. Por el rival, el mejor equipo de la liga y el primer candidato a MVP como estrella, por el momento, en el último arreón hacia los Playoffs, y por la actuación del propio LeBron.

Sus 42 puntos son su máximo de la temporada y ayudaron a conseguir la undécima victoria consecutiva en el Quicken Loans Arena de Ohio, coto privado durante las últimas semanas en un aviso para la postemporada.

Los Cavaliers rompieron el partido en el tercer cuarto con un parcial de 16-5 y nueve puntos de James, que llegó al final del tercero con 38 en su bolsillo. Kyrie Irving acompañó con 24 puntos y Kevin Love añadió 16. Incluso debutó Kendrick Perkins.

Mal día de Stephen Curry, especialmente después de un primer cuarto en el que anotó 12 puntos. "No fue mi mejor partido. Los tiros que normalmente meto hoy no entraron", explicó. Terminó con sólo 18 y en el contagio general de los Warriors sólo se salvó David Lee (19). Klay Thompson tampoco tuvo su día (13, con 5 de 13 en tiros) y Draymond Green mostró la garra de siempre con 15 tantos, 8 rebotes, 4 asistencias y 5 robos. Insuficientes para ganar en 'The Q'. "No vamos a ganar todos los partidos. Esto es la NBA. Es parte de la temporada", dijo Steve Kerr.

LeBron, pese a todo, no quiso hablar del MVP. "No es por lo que estoy aquí. Tengo que ser el MVP para estos chicos, los 14 del vestuario. Cuando estoy en la pista trato de hacer todo lo que puedo para ayudar a este equipo a ganar".