OBITUARIO

Otro trágico fallecimiento: Chris Welp muere a los 51 años

Un infarto ha acabado con la vida de este pívot alemán que triunfo a ambos lados del Atlántico. Fue el MVP del Eurobasket 93 y es una leyenda de los Washington Huskies.

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Otro trágico fallecimiento: Chris Welp muere a los 51 años
REUTERS

Christian Welp falleció este domingo como consecuencia de un infarto a la edad de 51 años. Una terrible noticia que se une a las recientes muertes de Kersey, Elliot o Mason y confirmaron los Huskies de la Universidad de Washington, en la que despuntó entre los años 1983 y 1987 y de la que todavía a día de hoy sigue siendo el máximo anotador de su historia. Nacido el 2 de enero de 1964 en Delmenhorst (por entonces perteneciente a la República Federal Alemana), llegó a los Estados Unidos como estudiante de intercambio. 

En el Instituo Olympic de East Bremerton (Washington) despuntó nada más debutar gracias a sus excelentes condiciones físicas y a su 213 centímetros de altura. En la temporada 82-83 acabaría coronándose como el MVP del campeonato estatal tras conducir a su high school al título tras una final de cuatro prórrogas. Después llegaría su etapa universitaria, en la que a lo largo de cuatro cursos promedió 16,1 puntos por partido. En los Huskies se le recuerda como una auténtica leyenda. "Se trata de una pérdida de profunda trsiteza. Le vamos a echar de menos profundamente", relata el entrenador jefe Lorenzo Romar a través de un comunicado.

Tras su periplo universitario se presentó al draft de 1987, en el que fue seleccionado con el número 16 por los 76ers. En su décimo partido en la NBA, la mala suerte se cebó con Welp. Se resbaló en el mítico Chicago Stadium, donde el día anterior se había disputado un encuentro de hockey hielo, y se rompió la rodilla. "Fue una lesión muy grave, la rodilla nunca volvió a ser la misma, pero no tengo excusas", reconocía hace unos años en una entrevista.

El curso siguiente regresó y promedió 3,4 puntos y 2,7 rebotes en 72 partidos. Ahí acabó su periplo en la franquicia de Philadelphia. En la 89-90 pasó por los Spurs y los Warriors sin pena ni gloria, por la que en el verano del 90 puso rumbo a Europa. En el Bayer Giants Leverkusen (hoy en la tercera división del baloncesto germano) ganó seis Bundesligas de forma consecutiva, hasta que en 1996 firmó por el Olympiacos griego. Con los de El Pireo conquistó en 1997 su primera y única Euroliga ante el Barcelona. Al año siguiente volvería a Alemania, para jugar en las filas del Alba Berlín. Poco después pondría en el Reggio Calabria italiano el punto y final a una carrera cuyo momento culmen se produjo durante el verano de 1993.

En el Europeo de casa, fue designado MVP de un torneo que hasta la fecha es el único ganado por Alemania. En la final de Múnich, el país recién unificado se impuso a Rusia por un ajustado 71-70. Un encuentro en el que aportó 18 puntos, si bien su mejor actuación llegó en los cuartos de final ante la España de Lolo Sainz. Aquel 1 de julio del 93, este gigante doblegó a los Herreros, Villacampa, Jofresa, Antonio Martín, Epi... con 23 tantos. Ahora, casi 22 años después, toca lamentar su trágica pérdida. Descanse en paz.