Nikola Mirotic sigue de dulce en este mes de marzo. Está inspirado y en constante crecimiento. Partido a partido crece un poco más en la NBA, abofeteando con números y sensaciones a todos aquellos que dudaron de que podría hacerse un hueco en la mejor liga de baloncesto del mundo. Esta pasada madrugada fue una de las piezas capitales para que los Chicago Bulls vencieran a los Indiana Pacers (103-86). El hispanomontenegrino salió desde el banquillo, jugó 31 minutos, anotó mucho, 25 puntos, y bien desde la línea de personal (8/9) y de dos (7/8), aunque estuvo flojo desde el perímetro (1/7). Nada mal para un novato que ha superado la rookie wall a las mil maravillas y, sobre todo, en el momento exacto, cuando el equipo, acechado por las lesiones de Rose, Butler y Gibson, más lo necesitaba.

"¿Mi papel? No lo sé. Si juego diez minutos no me importa. Cuando estoy en cancha, voy a tratar de jugar bien en defensa, en ataque y ayudar al equipo", manifestó un Mirotic que hizo 20 de sus 25 tantos en la segunda parte. El marzo que está haciendo Mirotic es para enmarcar. Promedia 20,3 puntos en los nueve partidos del mes. Su anterior mejor marca la logró en diciembre con 9,9. Genial para un jugador que puede aspirar ya a todo esta temporada, no siendo descabellada la idea de luchar por el trofeo de Rokkie del Año con Andrew Wiggins (Minnesota Timberwolves). Difícil, pero no imposible. Empuje y determinación no le van a faltar. E, incluso, puede soñar con llevarse el premio a mejor jugador de marzo en el Este. Y todo cuando peor lo estaban pasando los Bulls, con una pelea encarnizada por los primeros puestos de la Conferencia Este, fundamentales para el factor cancha en los playoffs.

"Es espectacular. No sólo en la segunda mitad. Nos ha creado un montón de problemas. Es una amenaza desde la línea de tres puntos y muy bueno jugando al corte. Es un arma desde el banquillo y, claramente, no hicimos nuestro trabajo sobre él", manifestó un Frank Vogel, técnico de los Indiana Pacers, que vio como esta vez los suyos no eran capaces de mantener a raya a los Bulls. Durante los tres anteriores enfrentamientos (el global final de esta temporada es de 2-2), los de Indiana habían mantenido a los de Thibodeau en una media de 88,7 puntos y un 37,5% en tiro. Nada en este partido se pareció a eso.

Los Bulls llegaron al descanso como una bala. 51 tantos anotados y 41 encajados, con un Mike Dunleavy que destrozó sin compasión a los de Vogel. 19 puntos en esos primeros 12 minutos con un 5/7 desde el perímetro. Acabaría con 21. Daba igual. Ya había hecho todo el daño necesario a sus rivales, que volvieron tiritando del descanso para recibir la medicina montenegrina apoyada por un Pau Gasol que acumuló otro doble-doble, el número 45 de esta campaña, al alcanzar los 19 puntos y 12 rechaces. El internacional español también alabó la actuación de Mirotic, el que puede ser su compañero este verano en la Selección: "Es genial ver a los jóvenes demostrar su valor y talento y que nos ayuden a conseguir victorias".

Con estos números, los Pacers se doblegaron. Dieron coletazos, pero nunca bajaron de la barrera de los tres puntos. Siempre que estaban con confianza en remontar, llegaba Mirotic para finiquitar sus ilusiones. Los de Indiana echaron mucho de menos la mejor versión anotadora de Rodney Stuckey, clave este curso, y de George Hill y aumentan su racha en tres derrotas. Mientras, los Bulls siguen esperando la vuelta de todos sus hombres para la batalla de los playoffs... pero sin olvidar a los que están salvando la nave en estos momentos.

por el trofeo Rokkie del Año