CLIPPERS 107-SPURS 111 (1-1)

Duncan (28) saca a relucir el orgullo de los campeones

El ala-pívot de los San Antonio se convirtió en el quinto jugador en la historia en superar la barrera de los 5.000 puntos en playoffs. Los texanos empatan la serie tras una prórroga.

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Los San Antonio Spurs sacaron a relucir su verdadera naturaleza: la del campeón de la NBA, la del mejor equipo de este siglo XXI. Los texanos lucharon y sudaron para empatar la serie en el segundo partido de la primera eliminatoria de playoffs ante Los Angeles Clippers (107-111). Tim Duncan (28 puntos), Kawhi Leonard (23) y Patty Mills (18) fueron las claves para asaltar el Staples Center tras una dura batalla que se resolvió tras una prórroga.

El ala-pívot de los Spurs superó la barrera de los 5.000 puntos en la posttemporada, convirtiéndose en el quinto jugador en la historia en lograrlo tras Michael Jordan (5.987), Kareem Abdul-Jabbar (5.762), Kobe Bryant (5.640) y Shaquille O'Neal (5.000). Otro barrera asaltada por el mejor cuatro de la historia de la NBA, que dio un paso adelante para hacer frente a los 29 tantos de Blake Griffin (más 12 rebotes y 11 asistencias, su primer triple-doble en unos playoffs) y los 21 de Chris Paul. La mala noticia para los Spurs, que ahora tienen dos encuentros en casa, es la lesión en el tendón de Aquiles de Tony Parker que no pudo acabar el duelo.

El Staples Center vio un comienzo muy igualado e inspirado, marcado por el buen hacer de Griffin y de Duncan, autor de 8 de los primeros 11 puntos de su equipo. Los de Gregg Popovich, con la mira ajustada desde larga distancia y buenos minutos de Boris Diaw desde el banquillo, tomaron la iniciativa (22-27) con su magnífica circulación de balón en pleno mano a mano entre Paul y Leonard, pero los angelinos, más agresivos bajo tableros, reaccionaron (36-32) a pesar de no haber lanzado un solo tiro libre hasta el minuto 18.

Sin embargo, poco antes del descanso volvía a despegarse San Antonio (39-46) gracias a la intensidad de Marco Belinelli y el acierto de un pletórico Duncan (8/9 en tiros), esta vez dominando de manera clara en su emparejamiento personal con DeAndre Jordan.

Los tiros libres marcaban la diferencia al descanso (dos intentados por los locales, 14 por los Spurs) y los Spurs, sólidos como una roca, se lanzaron en tromba en el tercer cuarto (47-57).

Cada tirón de San Antonio provocaba una nueva respuesta y en este caso llegó de manos de Paul, que con cinco puntos seguidos volvió a poner el partido en un puño (58-59) y sólo se vio frenado por la mejor versión de Leonard, capaz de mantener a los suyos por delante con su intensidad defensiva y sus inteligentes decisiones en ataque.

A ello contribuyeron tres triples consecutivos de los Spurs -dos de Patty Mills y otro de Danny Green- que les permitía respirar ya entrados en el último periodo (78-88) dando una sensación de control absoluto.

No obstante, y como no podía ser de otra forma, los Clippers apretaron los dientes, sobrevivieron a duras penas al Hack-a-Jordan y firmaron un parcial de 9-0 para apretar de nuevo las cosas (87-88) a falta de 4 minutos, dejando un final de infarto.

Tras un tapón de Jordan a tiro de Duncan, Paul no falló desde la personal (94-92) y tanto Belinelli como Griffin cometieron sendas pérdidas de balón imperdonables. Mills puso las tablas (94-94) y Paul, esta vez sí, erró su tiro sobre la bocina.

En la prórroga, unos Spurs sin el lesionado Tony Parker, sin Ginóbili -expulsado por personales- y con Duncan al límite -cinco faltas-, dieron primero (101-107) y cuando todo parecía resuelto, Paul anotó un triple y el aro escupió otro de Redick. Mills, desde la personal, decidió.