'This is our house', 'Esta es nuestra casa', proclamaban, victoriosas entre la agonía de 18.707 espectadores, las pancartas que se agitaban en el Bradley Center de Milwaukee. Cuando parecía inevitable la tercera prórroga de la serie, una canasta a aro pasado del buck Jerryd Bayless firmó el 92-90 definitivo para los Milwaukee Bucks ante los Chicago Bulls y deja la eliminatoria con 3-1 para los Bulls. Con 20 segundos por delante y 90-90, Chicago jugaba para ganar y terminar de barrer la serie... pero Derrick Rose (14 puntos, 5/13 en tiros, seis asistencias y bastante clave en la remontada bull del último cuarto) cometió su octava pérdida de balón. Los Bucks pidieron tiempo y montaron una jugada agónica a falta de 1,3 segundos, Ahí, Bayless rodeó a Rose tras una imprevista 'puerta atrás' y anotó bajo el aro de Chicago: sin más vigilancia.

El quinto partido se jugará el lunes en el United Center de Chicago. El vencedor de este debate Bulls-Bucks se medirá en semifinales de la Conferencia Este muy probablemente con los Cleveland Cavaliers de LeBron James... que en la tarde de hoy domingo pueden rematar su pase ante los Boston Celtics.

"No creo que los Bucks quieran ver cómo les envían de vacaciones en su misma casa", había anticipado Jimmy Butler, de nuevo el mejor jugador de los Bulls con 33 puntos, 23 antes del descanso. Tenía razón. Espoleados rabiosamente por Jason Kidd, que no cesaba de demandar 'defensa, defensa', el ritmo defensivo de los Bucks llevó a los Bulls a remolque con separaciones como 46-34 (minuto 20, Butler lo reparó para el 50-50 del descanso)... o el 90-84 que parecía sentenciar a 1:42 tras triple de O. J. Mayo: 18 puntos en punta de los Bucks y otro triple anterior que valía su peso en oro... anulado por el filo de una décima de segundo. Rose pareció que podía ser de nuevo 'El Hijo de Dios' (el tatuaje que lleva en la espalda), conectó un triple imperial y asistió a Gasol para un 'dos más uno' que valía el 90-90. Ahí llegaron un fallo de Bayless, el rebote de Taj Gibson, la pérdida de Rose... y la canasta final del propio Bayless, la puntilla: los Bucks lo habían merecido. La agresiva defensa de los Bucks, llena de 'dos contra uno', trampas y presiones adelantadas, más algunas cerradas zonas en alternancia, provocó que unos Bulls faltos de actitud y llenos de desidia perdieran nada menos que 26 balones: diez antes del descanso, y en conjunto, el doble que Milwaukee.

Pese a recibir especial atención de la defensa interior de Milwaukee, Pau Gasol operó bien en general, con un nuevo 'doble doble' (16 puntos, diez rebotes, 5/10 en tiros en 33:40 de acción). Pero, con cinco pérdidas, Pau tomó parte activa en la hemorragia de posesiones regaladas que dinamitó para Chicago la noche de Milwaukee. Muy por sorpresa, Niko Mirotic volvió a jugar tras el golpe en la rodilla que le apartó del tercer partido: Mirotic anotó cinco puntos en 20:03 en pista (2/7 en tiros, con 1/4 en triples)... pero tampoco tuvo las manos ágiles: perdío tres balones ante la presión de Milwaukee. En ataque, la mejor muestra de la cohesión de Milwaukee es que cinco bucks firmaron diez o más puntos: Antetokounmpo, Middleton y Bayless, todos con diez, más Dudley (13) y Mayo, con 18.

"The Buck Stops Here". "El Corzo se Detiene Aquí', lanzaban al aire los seguidores de los Bulls: Buck el corzo es la imagen de los Bucks de Milwaukee. Pero no fue así, y aunque los Bulls dominaron en rebotes (34/39) y volvieron a ser más precisos en tiros de tres (10/18 contra 9/22 de Milwaukee), la agilidad y agresión defensivas impuestas por Jason 'Captain' Kidd arrancaron al caro equipo de Chicago una parte de sus mejores galas. Los Bucks siguen galopando. El lunes vuelven a verse con los Bulls en el United Center. Y, posiblemente, Cleveland ya esté esperando.