CELTICS 93-CAVALIERS 101 (0-4)

LeBron (27-10-8) ya espera a Pau Gasol y sus Bulls en semifinales

Los Celtics trataron de reaccionar en la segunda parte, pero ya fue tarde. Kevin Love y Crowder, lesionados. J.R. Smith, expulsado. Fea acción de Perkins.

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LeBron James dio otro pasó más en la búsqueda de su tercer anillo de la NBA al barrer con sus Cavaliers a los Boston Celtics en la primera eliminatoria de la serie de playoffs (4-0) en un partido (93-101) de dos caras, feo en muchos tramos, con mala imagen de algunos jugadores de los Cavs y lesiones, malas lesiones, que pueden influir en las semifinales de la Conferencia, donde, si no hay sorpresa mayúscula, el alero de Akron se verá las caras con Pau Gasol y sus Chicago Bulls. Una final en el Este adelantada. Un cruce de mucha calidad por ambos lados que podría decidir, manteniendo el respeto al resto de rivales, el equipo que representará a este lado del país en las Finales de la NBA.

Los Cavaliers no tuvieron problemas en la primera mitad. Dominaron con tranquilidad. La máquina no se forzaba en ningún tramo. Con Mozgov de receptor (10 puntos hasta el descanso, 12 al final con 11 rebotes), LeBron e Irving no tenían que presionar para que las ventajas fueran en aumento de forma progresiva. Los Celtics, agarrotados, sin la chispa que da el Garden, no encontraban su ritmo, su eficacia. El balón les quemaba (10 perdidas) y el perímetro era el Purgatorio (0/8). Sólo el héroe Sullinger daba algo de peso al ataque. Sus 10 puntos eran un simple canto a la esperanza porque las rentas eran brutales. Los minutos caían y las ventajas ascendían: 19-29 al finalizar el primer cuarto, 23-41 a mitad del segundo y 36-57 (máxima ventaja del partido) al llegar al descanso. Mucha estopa para el orgullo verde. Mucha violencia para el TD Garden. Algo debía cambiar y así fue en los siguientes doce minutos.

Aunque antes, los Cavaliers sumaron malas noticias. Dos muy malas noticias. La primera fue la lesión de Kevin Love. Dislocación del hombro derecho tras una llave de judo de Olynyk. Fea acción en la lucha por el rebote del pívot celtico. Love no aguantó ni un segundo más. Sabía que estaba roto. Corrió desesperado al vestuario para no volver. Será revaluado en Cleveland y es duda para las semifinales. La segunda no fue tan grave, pero es un síntoma. Perkins hizo un bloque a Crowder y se volvió loco. Le enganchó un puñetazo a un jugador que ha crecido en estos playoffs mucho tras su dura cruzada en defensa con LeBron. Flagrante de tipo 1 y técnico. Demasiado blandos los árbitros para la acción de Perkins, que ni está ni se le espera. Está perdido para la causa y es el recambio natural de Mozgov. Un mal día de rusos con las faltas y los Cavs deberán utilizar la fórmula que emplearon esta noche con la lesión de Love: LeBron de cuatro y a seguir la lucha.

La segunda parte debía haber sido un paseo para los de Ohio, pero ¡ay, el orgullo verde! Siempre aflora. Lo dan con la camiseta. Corre por las venas en Boston. LeBron alabó está mentalidad, la de jugadores y aficionados. La ha vivido en múltiples ocasiones y en este cuarto partido la volvió a sufrir, más que otras veces pues J.R. Smith retornó por unos instantes a Nueva York y dio un codazo sin sentido a Crowder. Flagrante tipo 2 y al vestuario, al igual que el alero que se lesionó la rodilla izquierda en esa acción.

La acción espoleó a los Celtics y el panorama de la primera parte se repitió pero a la inversa. Los minutos pasaban y la ventaja visitante se reducía. Sullinger (21 al final) e Isaiah Thomas (21) la encabezaron, llegando a estar a sólo ocho puntos (64-72) y seis (93-99). Espejísimos. A LeBron (27 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias) y a Irving (24 tantos y 11 capturas) no les interesaba un quinto duelo. Eso se lo dejan a otros. Las riendas, el encuentro, el baloncesto son suyos y en dos arrebatos de poder y fuerza finiquitaron cualquier ilusión. 4-0. LeBron espera rival, le da igual quién sea.