El Real Madrid vuelve a reinar en Europa. Han tenido que pasar 20 años desde la última corona continental. Mucho tiempo de sufrimiento, de decadencia y de reconstrucción. Un calvario, pero a juzgar por lo vivido esta noche, la del 17 de mayo de 2015 en el Barclaycard Center (el Palacio de Deportes, para entendernos), la espera ha merecido la pena. Sin duda. La tan ansiada Novena ha llegado ante el mismo rival ante el que se sumó la Octava: el Olympiacos. El club blanco aumenta así su dominio en el Viejo Continente: sus perseguidores más inmediatos (Maccabi, CSKA y Panathinaikos) suman seis títulos. Tampoco nadie salvo el Madrid ha participado en 17 finales de la máxima competición continental. Otro récord.

La sección de baloncesto del Madrid, fundada en 1931, fue uno de los equipos en participar en la primera edición de la antigua Copa de Europa (año 1958) y el encargado de interrumpir el dominio soviético en la competición. En plena Guerra Fría, y tras caer en las finales del 62 y el 63 ante el Dinamo de Tiflis y el CSKA los blancos se llevaron la copa en 1964 (ante el Spartak Brno checoslovaco) y un año después ante el todopoderoso CSKA, el equipo del temido y respetado Ejército Rojo. Sólo el Olimpia Milán interrumpió el reinado madridista, ya que en el 67 y 68 llegaron dos nuevos entorchados. Era la época dorada del club. Pedro Ferrándiz labraba su leyenda en los banquillos, si bien la gloria del primer título hay que concedérsela a Joaquín Hernández. Cuando Pedro dejó el cargo de entrenador y volvió a los despachos, este exjugador se hizo carga del equipo. Aunque no por mucho tiempo. Una enfermedad renal acabó con su vida tras el éxito europeo. Ferrándiz retomó entonces el puesto para acumular un total de cuatro campeonatos. Los tres ya mencionados más el de 1974. En aquella final de Nantes, los blancos derrotaron por un ajustado 84-82 a un Varese que venía de ganar en los dos años previos. Haría lo mismo en los dos siguientes. Entre Carmelo Cabrera y un joven Corbalán acabaron con el equipo de Dino Meneghin.

Un año después, Ferrándiz dejó definitivamente el cargo de entrenador. La era de Lolo Sainz (segundo las dos temporadas anteriores) arrancaba. Con él, llegaron dos Copas de Europa más a las vitrinas: las de 1978 (Varese) y 1980 (Maccabi). En la primera de ellas, con final disputada en Múnich, la conexión entre Cabrera y Walter Szczerbiak resultó fundamental para tumbar a los italianos. 24 meses más tarde, un inmenso Rafa Rullán (27 tantos) doblegó a los israelíes para conseguir la Séptima.

Posteriormente, los años fueron transcurriendo y las oportunidades de seguir sumando coronas fueron desvaneciéndose. Fue entonces cuando el técnico del momento, un joven serbio llamado Zeljko Obradovic, aterrizó en Madrid. Con él dando sus instrucciones desde la banda y con Arlauckas, pero sobre todo con Sabonis, dominando, los blancos derrotaron en la final de Zaragoza al Olympiacos en 1995. Pese a que la competición se empezó a decidir bajo el actual sistema de la Final Four en el curso 1987-88, la Octava no fue la primera que la sección logró con este formato: hubo dos antecedentes en la década de los 60. El segundo de estos experimentos tuvo lugar en el hoy extinto pabellón de la Ciudad Deportiva del Real Madrid en el paseo de la Castellana. Corría 1967, y como ya hemos indicado, los blancos se llevaron aquel torneo.

Hoy, tras una larga travesía por el desierto, las ocho anteriores copas tienen compañía: la primera Euroliga, la primera Copa de Europa del siglo XXI. La de Pablo Laso, la de Felipe Reyes, la de Rudy, la de los Sergios…

Las nueve finales ganadas por el Madrid (temporada, rival y resultado):

1963-64: Spartak Brno (99-110 y 84-64)*

1964-65: CSKA Moscú (81-88 y 76-62)*

1966-67: Olimpia Milán (91-83)

1967- 68: Spartak Brno (98-95)

1973-74: Varese (84-82)

1977-78: Varese (75-67)

1979-80: Maccabi (89-85)

1994-95: Olympiacos (73-61)

*Disputadas a doble partido