Los laterales del Quicken Loans Arena de Cleveland están engalanados con carteles donde se describe el infierno que es The Q: Loudville. La ciudad del ruido. Los aficionados de los Cavaliers están orgullosos de eso, de su fiereza, de su combatividad durante los encuentros que disputan los suyos en casa. Todos los rivales deben sufrir en sus propias carnes la presión de jugar en este pabellón de Ohio con capacidad para 20.562 espectadores.

Pero dentro de la familia warrior hay quien contradice esa versión de la historia. Ayesha Curry, esposa de Stephen, se burló de la fiebre que desatan los Cavs entre sus aficionados con una imagen en la red social Instagram, en la que se puede ver a la popular hija de ambos, Riley, dormida durante el cuarto duelo de las Finales de la NBA entre los Cavaliers y los Warriors: "No hay nada como el arena roaracle (algo así como el Rugido del Oracle, el pabellón del equipo de la Bahía). Riley durmió toda la primera mitad las dos noches aquí en Cleveland. No puedo esperar para volver a casa!!!".

Ahora, los hinchas de Cleveland tendrán un motivo más para acudir en masa al pabellón y gritar lo más fuerte posible para animar a los suyos. Riley Curry no puede volver a dormirse en la ciudad del ruido.