Hasta 22 temporadas en la NBA podría disputar Kevin Garnett. El ala-pívot de Minnesota Timberwolves, a sus 39 años de edad, firmó el pasado viernes su nuevo (y seguramente último) contrato en la mejor liga del mundo. 16 millones de dólares repartidos en las próximas dos temporadas, siempre que el de Carolina del Sur decida jugar el segundo de los cursos acordados, que elevarían sus ganancias históricas como jugador hasta los 343,4 millones, según publica Yahoo Sports. Una auténtica locura.

Bien es cierto que la carrera de Garnett ha estado muy por encima de la media, una estrella indomable en los últimos años de su primera etapa en Minneapolis. Tratado siempre como uno de los jugadores más duros de la NBA moderna, el '21' entró en la liga en 1995, y nunca más pisó el freno. Las Finales de Conferencia con sus Wolves en 2004, temporada en la que también alzó su único MVP, y el anillo logrado como miembro del Big Three de los Celtics (2008) son seguramente sus dos mejores momentos sobre el parqué. Pero Garnett todavía no ha dicho su última palabra, todavía tiene mucho que aportar.

"Estoy emocionado por formar parte de este nuevo proceso. Estoy deseando construir algo especial con este grupo de chicos. Espero poder ayudar, enseñar y también seguir creciendo y aprendiendo de los jóvenes. Debería ser genial", aseguró el ala-pívot en un comunicado emitido por los Timberwolves. Su experiencia tanto dentro como fuera de la cancha debería ser de mucha ayuda para la gran camada de jóvenes talentosos que han llegado en los últimos años a la franquicia de Minneapolis. Garnett liderará, al menos vocalmente, el futuro de Ricky Rubio, Zach LaVine, Shabazz Muhammad, Gorgui Dieng, Tyus Jones, Anthony Bennett, Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns.