El Dream Team, con Michael Jordan a la cabeza, asombró al mundo durante los Juegos de Barcelona 92. Pero, curiosamente, no fue aquella la primera aparición de 'Air' por la Ciudad Condal. Dos años antes, el para muchos considerado mejor jugador de todos los tiempos, 'debutó' en la ACB. Puede que no de manera oficial, pero poco importaba que se tratara de un partido de presentación organizado por la Liga. Sobre todo para las 9.000 almas que aborrotaron el Palacio de los Deportes de la calle Lleida. La fecha, un 30 de agosto de 1990. Justo hoy se cumplen 25 años de aquel encuentro que permitió a los aficionados españoles difrutar de la ya por entonces gran estrella de la NBA. Todo un acontecimiento.

"Y con el número 23, formado en la Universidad de Carolina del Norte y procedente de los Chicago Bulls, el incomparable, el inigualable... ¡¡¡MICHAEL JORDAN!!!". Así le presentó Moncho Monsalve, tal y como recuerda la ACB en un artículo en su web. Disputó una parte (entonces no había cuatro cuartos, sino dos mitades de 20 minutos) con cada equipo y, como no podía ser de otra manera, en cada una de ellas fue el máximo anotador. En la primera lo hizo vistiendo los colores del equipo naranja, compartiendo quinteto con Antonio Martín. No estaba su hermano Fernando, fallecido unos meses antes, pero el astro de los Bulls sí se acordaba de haberse enfrentado a él en la histórica final olímpica de Los Ángeles 1984: "Fue uno de los jugadores que me gustaron".

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En la segunda mitad, y ya con 16 puntos en el zurrón, se cambió la camiseta para enfundarse la del combinado azul que al descanso dominaba por 43-40. Una ventaja que se disparó hasta el 100-87 final, merced a los otros 21 tantos que Su Majestad aportó tras la reanudación. Lo de menos era el resultado, pero seguro que no tenía en mente la derrota. El '23' se despidió con 37 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias en su hoja estadística en 29 minutos. Chicago había pactado en un principio que el escolta disputara 12 por mitad, pero finalmente amplió dicha cláusula hasta los 15. Mejor. Los afortunados que presenciaron aquella exhibición en directo pudieron disfrutar por más tiempo de sus mates y vuelos, triples (clavó hasta siete), penetraciones... En definitiva, de ese espectáculo que le caracterizaba, y que en un mundo en el que no había Internet y mil y un vídeos recopilatorios en Youtube con sus mejores jugadas, obligó a aguardar aquel partidillo amistoso para siempre en sus retinas. 

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Y eso que cuando pisó Barcelona por primera vez, lo hizo aún sin ninguno de sus seis anillos. "Creo que los Pistons tienen la oportunidad de ganar el tercer anillo consecutivo". Veía a los 'Bad Boys' como los grandes favoritos para el curso 1990-91, pero precisamente fueron sus Bulls quienes acabarína apeándoles en el paso inaugural camino del primero de sus dos threepeats. Además, comentó la agria polémica levantada por la elección de Magic Johnson como MVP meses antes: "La prensa le escogió a él y le felicito". Pero, ¿quién ganaría en uno contra uno? "Bueno, yo iba a ganarle, seguro y como la NBA lo sabía no permitió que se celebrara". Jordan en estado puro. Dos años más tarde regresó a Barcelona y se colgó su segunda medalla de oro olímpica al cuello. El resto es historia.