No se puede hablar de sorpresa tratándose de Turquía, aunque sea una selección teóricamente venida a menos y en reconstrucción. Pero es verdad que pocos esperaban que la Italia NBA, con Gallinari, Bargnani y Belinelli aún en la liga estadounidense y Datome recién salido de ella, perdiera a las primeras de cambio con un rival podría decirse que asequible (87-89). Pero el caso es que un ex-NBA, Semih Erden —que jugó en los Celtics y ahora será compañero de Marcus Slaughter en el Darussafaka—, le hizo un roto a los transalpinos con 22 puntos y 8 rebotes, junto al ala-pívot de los Pistons Ersan Ilyasova (17). También colaboró Ali Muhammed, conocido antes de su nacionalización como Bobby Dixon (17 y 9 asistencias). Entre los tres anularon un magnífico partido de Danilo Gallinari (33 puntos) y hicieron que Marco Belinelli pasara de héroe, con un triple pleno de clase y esperanzador, a villano, al desperdiciar con mucho bote la última posesión italiana.

Los de Simone Pianigiani arrancaron fatal, recordando actuaciones pretéritas de una generación que hasta ahora no ha cuajado. Hasta 16 puntos de ventaja tuvo Turquía con Ilyasova en vena y toques de calidad del joven Osman (24-40, minuto 16), pero Italia apretó de la mano del magnífico Gallinari, que se hinchó a meter tiros libres (14/15) y no falló ni un tiro de 2 (8/8). Y al descanso se acercó a 9 (42-51).

La reacción definitiva llegó en el tercer cuarto y continúo en el último, hasta unos momentos sublimes de Gallo, que descerrajó siete puntos seguidos para un emocionante 81-83 a 1:39 del final. Respondió Erden, un incordio en la pintura, y Belinelli anotó ese triple estratosférico que daba vida a su equipo. Luego vino un 2+1 pletórico de Ilyasova, una canasta de espaldas de Datome y un tiro libre fallado por de Gallinari que podría haber dado el empate a Italia. Después erró otro Erden, pero con dos abajo, Belinelli, bien defendido, se embolicó al subir el balón y desperdició los últimos seis segundos de posesión del partido. Victoria de Turquía, inquietante para España, que se medirá a los de Ergin Ataman este domingo en un partido casi a vida o muerte.