‘The end’ al ‘reality’ de Lamar

Antes de cumplir 30 años, Lamar Joseph Odom, un chico de Queens, Nueva York, de cualidades prodigiosas para el baloncesto, ya almacenaba en su jornada vital un padre adicto al crack, una madre que sucumbió al cáncer de colon… y un hijo, Jayden, fallecido con seis meses a causa del síndrome de muerte súbita. Solo le faltaba, en pleno caldero gigante de Los Ángeles…, enrolarse en el show de las Kardashian, el reality que llegó hasta el vestuario de los Lakers y que organiza la matriarca Kris Kardashian-Jenner: viuda de Robert Kardashian (abogado de O. J. Simpson) y esposa separada de Bruce/Caitlyn Jenner.

En el instinto de Kris nacen los 36 millones de seguidores en Twitter­ que cuenta su hija Kim Kardashian-West. Kris licencia llaves y toallas de hotel con la figura de su hija en bikini. Para ella, todo es negociable. En esa ruleta entró el espectacular Lamar Odom (RealLamarOdom) al casarse en 2009 con Khloe, hija de Kris y hermana de Kim. El reality no podía parar: pero ha explotado. Es un dramón. Pero es el final.