El Khimki, campeón de la Eurocopa el pasado curso, vuelve a la Euroliga y lo hace con un equipazo. A nadie le sorprendería que el conjunto  de Kurtinaitis se metiera en la Final Four: difícil, pero no imposible. Tyrese Rice, campeón del Viejo Continente en 2014 con el Maccabi, se ha rodeado de mucho talento procedente de la NBA en el juego exterior: Alexey Shved y Zoran Dragic. Además, Petteri Koponen  ha renovado por dos temporadas y en la pintura (James Augustine, Paul Davis…) aterriza una de las perlas del baloncesto balcánico: Marko Todorovic, que ya fue el mejor en el triunfo ante el Real Madrid (15 puntos y 8 rebotes para 24 de valoración).

La estrella: Alexey Shved

Los Knicks querían que siguiera (14,8 puntos y 3,6 asistencias el pasado curso), pero el Khimki le puso sobre la mesa una oferta irrechazable: más de 3 millones de euros, que le convierten en el jugador mejor pagado de toda Europa. El base aterrizó en la NBA en 2012 después del chasco del CSKA, que perdió la Euroliga ante el Olympiacos con ese tiro de Printezis. Su temporada de novato no fue mala (8,7 puntos y 3,7 asistencias), pero la llegada de Barea a Mineápolis le restó protagonismo (jugaba 24 y se quedó en apenas 10). En su último año fue de equipo a equipo hasta que aterrizó en los Knicks. Gran asistente y con muy buena mano. Uno de los bases más completos en estos momentos.