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Denver Nuggets: un proceso de reconstrucción sin defensa

De la esperanza en el buen funcionamiento de Mudiay y en la calidad de Gallinari depende gran parte del porvenir de un franquicia que mira más al futuro que al presente.

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Denver Nuggets: un proceso de reconstrucción sin defensa
GIANLUIGI GUERCIA AFP

Hay una creencia extendida por la Liga: para reconstruirse es necesario ser muy malo antes. Que lo piense mucha gente no significa que sea verdad, y hay tantos casos que demuestran la falsedad de la afirmación que resulta hasta aburrido nombrarlos. Pero sí que hay una verdad esencial que suele ser común a los equipos que, en reconstrucción, consiguen salir del pozo: han conseguido una gran pieza en el draft y son capaces de defender bien cada noche. En Denver puede que tengan de lo primero, pero no de lo segundo.

Es una lástima lo que le ocurrió a este equipo. Hace tres años eran uno de los grupos más excitantes del Oeste (ahí es nada) y nos tenían enamorados. Un grupo de descarados, sin rango de estrella, con funcionamiento coral, que ganaban partidos y hacían vídeos divertidos en el vestuario. Pero Danilo Gallinari se partió los ligamentos de la rodilla y, con ellos, se deshizo el proyecto. Cayeron, de forma consecutiva, el mánager general, Ujiri, el entrenador, George Karl, y piezas importantes como Timofey Mozgov y Aaron Afflalo fueron traspasadas por primeras rondas, señal clara de “cuidado, se reconstruye”. Tras ellos cayó el sucesor de Karl, Brian Shaw, consumido por un equipo que no defendía, que no quería el triángulo ofensivo pues estaban más dotados para correr, y por una relación venenosa con los jugadores. Ty Lawson, penúltima de las piezas de aquel grupo, dijo adiós este verano por poco más de una bolsa de pipas y un condón usado debido a sus problemas con el alcohol.

Los restos del naufragio, no obstante, podrían servir para hacer una barca de supervivencia bastante decente. Gallinari, Chandler y Faried permanecen todavía en la plantilla. Todos tienen sus problemas, pero todos han mostrado alguna vez que saben jugar a esto. Como decía al principio, mezclarlos da un montón de problemas en defensa, y es ahí donde el nuevo entrenador, Mike Malone, encontrará su primer gran reto. Es por ahí por donde pueden comenzar a desangrarse en lo que podría ser otra temporada anodina.

Sin embargo, la esperanza de haber encontrado una joya en el draft también está presente, y a eso deben agarrarse. Enmanuel Mudiay, tipo que prefirió ser profesional en China antes que la NCAA, tiene enamorada a la franquicia. Es su elección la que permitió el traspaso de Lawson y la acumulación de más primeras rondas. Porque reconstruir es un proceso duro y desagradable en la NBA, pero se ve con otro cristal si es que tienes la piedra fundacional del futuro. Y nadie sabe si la tienen en Denver, pero con esa esperanza afrontan el año. Algo es algo.

Juego exterior

A nadie le va a pillar por sorpresa que Enmanuel Mudiay vaya a ser uno de los rookies que más minutos juegue esta temporada. Si las lesiones le respetan estará en la cancha mucho rato porque, en esencia, de eso va a ir la temporada de Denver Nuggets, de desarrollar y dar confianza al que creen que es la pieza esencial de su futuro. El jugador es un base alto, no tan explosivo como las recientes estrellas en la posición o como aquellos que han sido elegidos en el draft tan arriba en los últimos tiempos, pero tiene movimientos que hacen soñar al más pintado. Es cierto que, de momento, comete una enorme cantidad de pérdidas de balón, algo con lo que vivirá toda la campaña debido a la cantidad de balón que tendrá y a su inexperiencia, pero no lo descartéis como candidato a Rookie del Año. Le acompañará Gary Harris, tipo de segundo año que defraudó un tanto en la pasada campaña pues en Michigan State había sido un muy buen base, y el veterano Randy Foye, junto a Jameer Nelson y Mike Miller, para tener alguien ahí que sepa donde están los mejores restaurantes de las ciudades con equipos NBA. Clave será también la posición de Wilson Chandler como tres; es difícil imaginar que pueda volver a mostrar su mejor nivel pero, si Mike Malone consiguiese ese milagro, este equipo podría cambiar mucho. Su capacidad de anotación, su gran presencia física, es de esas cosas que no ofrece el mercado.

Juego interior

Quiero detenerme un poco a hablar de Danilo Gallinari. Me parece obvio que en esta nueva NBA, y con los problemas que tiene la plantilla de los Nuggets en el puesto de ala-pivot, Gallo va a tener muchos minutos como interior abierto. Me parece un acierto. Sé de sobra que eso va a generar problemas defensivos contra gente más poderosa y acostumbrada a la pintura, pero lo cierto es que la alternativa es poner a Kenneth Faried ahí y, entonces, el problema para defender la zona se multiplica al tener boquetes tanto en el puesto de tres como en el de cuatro. Y es que Faried puede estar viviendo sus últimos días en las Rocosas. No creo que tenga sitio de titular, en el caso de que el italiano ocupe el rol que describo, y como reserva no tiene ni la mitad de impacto, ya de por sí limitado, que exhibe con mucho volumen de minutos en cancha.

Además, si se está reconstruyendo, puede ser justo Faried la pieza que sobra, pues es un complemento ideal de un equipo ya montado que requiera de una presencia y una agresividad que aporte un plus, una guinda si se quiere.Pero no es parte fundamental de la construcción de una química y una relación entre jugadores jóvenes talentosos y veteranos, ni es capaz de anotar cada noche para que el barco no se hunda en aguas procelosas; Que las habrá, y muchas. Jusuf Nurkic tiene todas las papeletas para ser el pívot que cierre el quinteto titular.

Claves

1. El estado físico de Wilson Chandler y Gallinari. Ambos han recibido sendas extensiones de contrato, que indican que la franquicia cuenta con ellos para que esta travesía del desierto sea lo menos árida posible. Y lo será en caso de que puedan volver a un nivel similar al del año 2013.

2. La madurez de Enmanuel Mudiay. En un momento dado, el chico llegó a ser nombrado como posible número uno del draft 2015. Su marcha a China hizo que fuese menos seguido, por lo que es una incógnita mayor que la de sus principales compañeros de promoción.

3. Kenneth Faried. Con toda su energía y toda su actitud, el ala-pívot no evitó ser un problema defensivo para Denver Nuggets la temporada pasada. Aún tiene cartel en la Liga, por lo que es probable que no falten novias si se busca un traspaso en un futuro no muy lejano.

Entrenador: Mike Malone

Mike Malone ha aterrizado de pie tras su extraño despido de los Kings. Sorprendió en la Liga, y mucho, que fuera relevado de su cargo pues su trabajo de mejora y conjunción de una plantilla deslabazada y en construcción estaba siendo más que notable. De hecho, su despido fue tomado como un signo del mal funcionamiento de los Kings y no como un signo de incompetencia del entrenador. Por eso ha encontrado trabajo en la Liga, algo que no es sencillo tras «fracasar». En Denver tendrá un objetivo similar, que es el de construir equipo a través de un rookie, Mudiay, y en conseguir que la defensa de los Nuggets no de tanta lástima como pueda parecer sobre el papel que va a dar.

Estrella: Danilo Gallinari

Il Gallo es una joya. El italiano está capacitado para jugar por dentro y por fuera de la zona, con un desparpajo y una calidad que enamoran a todos los aficionados al baloncesto. Es clave en estos Nuggets que buscan una inspiración para brillar en la NBA esta temporada.