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Los Angeles Lakers: la esperanza renace con Russell y Randle

Lo peor ya ha pasado para los Lakers. Tras dos años de pesadilla, el laureado equipo californiano tiene mimbres para empezar a sentar las bases de un futuro prometedor.

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Los Angeles Lakers: la esperanza renace con Russell y Randle
ROBYN BECK AFP

Después de encadenar dos temporadas de pesadilla, los Lakers comienzan a vislumbrar algo de luz, aunque para que el sol vuelva a brillar en la franquicia angelina aún pueden quedar unos cuantos años. La llegada del novato D’Angelo Russell, la recuperación de Julius Randle y el potencial que ha dejado entrever Jordan Clarkson han tornado, al menos, el pesimismo del pasado reciente en esperanza de cara al futuro.

Este trío de jóvenes prometedores, unido al regreso de un Kobe Bryant ya en buenas condiciones físicas tras su carrusel de lesiones, en la que, además, puede ser su temporada de despedida, convierten a la laureada franquicia californiana en un equipo a seguir. No obstante, en plena reconstrucción y tras fracasar de nuevo este verano en el intento de fichar a una gran estrella, pelear por playoffs en una Conferencia tan potente como el Oeste se antoja, a priori, casi como una quimera.

Desarrollar con éxito el talento joven de la plantilla en un equipo con capacidad para competir más y mejor que el pasado curso, mientras se establecen las bases de un conjunto que pueda volver a ser contender en años venideros, parecen los objetivos más factibles. Mientras, la llegada de veteranos como Lou Williams, Mejor Sexto Hombre 2015, Roy Hibbert, talentoso center venido a menos pero con historial All Star y gran capacidad intimidatoria, y Brandon Bass, un sólido jugador de rotación interior curtido en mil batallas, supone un salto de calidad respecto a los Lakers que la temporada pasada sellaron las peores cifras de su historia, tanto por número de derrotas (61) como por porcentaje de victorias (25,6%).

El expívot de Indiana, Bass y el regreso de Metta World Peace deberían ayudar a mejorar, sobre todo, en uno de los grandes lastres de los de Byron Scott: la defensa (vienen de ser el segundo equipo que más puntos permitió a sus rivales, con 105,3 por partido). Además, arroparán con su experiencia a las jóvenes perlas de los púrpura y oro, al igual que Lou Williams, un anotador que aliviará de trabajo a Kobe en tareas ofensivas.

La Mamba Negra, que afronta su vigésima temporada, verá dosificados sus minutos con el objetivo de intentar garantizar su presencia durante toda la fase regular. En sus manos estará, como es habitual, el destino final de los Lakers 2015-16, los que deben iniciar el largo y tortuoso camino de retorno a la élite de la NBA tras demasiado tiempo en las tinieblas de la Liga.

Juego exterior

El perímetro cargará con la mayor parte del juego ofensivo del equipo. Como no podía ser de otra manera, Kobe Bryant volverá a ser el gran referente en ataque con Lou Williams y Jordan Clarkson como principales escuderos exteriores a la hora de hacer daño a las defensas rivales. El prometedor D’Angelo Russell, quien posee una excelente visión de juego, llevará la manija del equipo a sus 19 años, aunque todo apunta a que se alternará en esta posición con el propio Clarkson. Lou Williams también puede ocupar el puesto de base, por lo que el exazulgrana Marcelinho Huertas no contará a priori con demasiados minutos, aunque su buena pretemporada parece garantizarle un puesto en la rotación y tal vez más protagonismo del esperado cuando se anunció su fichaje.

Nick Young asumirá su habitual rol desde el banquillo, que incluye tanto la capacidad de anotar como de tomar decisiones extrañas para desesperación del cuerpo técnico. Metta World Peace, por su parte, aportará experiencia y será el perro de presa para los aleros rivales. Si el head coach púrpura y oro decide darle minutos, el interesante Anthony Brown, número 34 del pasado draft, ayudará en ambos lados de la cancha. El juego ofensivo de los Lakers tiene suficientes piezas en el perímetro para funcionar con dinamismo y eficacia, pero los problemas pueden acumularse a la hora de frenar a bases rivales de primer nivel.

Juego interior

Roy Hibbert, Julius Randle y Brandon Bass forman la base de la rotación interior de los Lakers. El primero dará al equipo la intimidación en la zona de la que carecía, aunque tiene muchos problemas a la hora de rebotear. Viene de un mal año en Indiana y está, posiblemente, ante la última oportunidad de mostrarse como un pívot de élite. El bajito Tarik Black (2,06 metros) y el canadiense Robert Sacre pugnarán por darle descanso. El novato no drafteado Robert Upshaw, extraordinario taponador en la NCAA, finalmente ha sido cortado por la dirección deportiva angelina.

Randle y Bass se repartirán los minutos en el puesto de ala-pívot, aunque Byron Scott también podría optar por juntar a ambos en ocasiones cuando se enfrenten a quintetos pequeños. El jugador de segundo año es, junto a D’Angelo Russell y Jordan Clarkson, la gran esperanza de futuro de la franquicia, por lo que debería ser la apuesta principal como power forward, pero la experiencia de Bass le da opciones de convertirse en un favorito del cuerpo técnico para los momentos calientes de los encuentros. Cuatros abiertos como Ryan Kelly y el atlético Larry Nance Jr. también optan a minutos por su capacidad para abrir el campo. Kelly puede amenazar desde la larga distancia y la movilidad del rookie, segunda elección de los angelinos en el pasado draft (pick 27), le convierte en un jugador intrigante a pesar de estar aún algo verde.

Claves

1. El rendimiento de Kobe con 37 años y tras perderse 123 partidos en las dos últimas campañas. Su nivel actual es una incógnita. Su talento sigue ahí y volverá con ganas de demostrar que sigue siendo una estrella, pero está por ver si su cuerpo aún puede responder al máximo nivel

2. En un conjunto con muchas caras nuevas y varios jugadores inexpertos, tener paciencia y no incurrir en el pánico si el equipo arranca acumulando derrotas será fundamental. La química puede tardar en aparecer y caer en el desánimo a las primeras de cambio puede ser el peor enemigO.

3. Byron Scott deberá gestionar un grupo que mezcla jóvenes y veteranos. La franquicia piensa más en el futuro que en el presente, pero mantiene la exigencia de una afición acostumbrada al éxito. Tendrá la presión de mejorar los resultados y desarrollar el talento de Russell, Clarkson y Randle.

Entrenador: Byron Scott

Byron Scott (1961, Ogden, Utah), miembro de los Lakers del Showtime, afronta su segunda temporada como técnico jefe del conjunto angelino. Las múltiples lesiones de la desastrosa campaña 2014-15 apenas dejaron margen para valorar su trabajo, pero ahora se le exigirá una mejoría en los resultados. Brilló en su etapa con New Jersey Nets, equipo con el que alcanzó dos finales consecutivas (2002 y 2003) y en Nueva Orleans, donde fue elegido Entrenador del Año en el curso 2007-08. Sin embargo, no triunfó en la ardua tarea de dirigir a los Cleveland Cavaliers post LeBron de 2010 a 2013. Ganó tres anillos como jugador al lado de Magic Johnson (1985, 1987 y 1988) y conoce bien la exigencia de la histórica franquicia del púrpura y oro.

Estrella: Kobe Bryant

Kobe puede estar ante la campaña de su adiós. El objetivo de igualar los seis anillos de su gran referente, Michael Jordan, parece casi aparcado, pero tiene ante sí el reto de demostrar que sigue siendo una gran estrella y liderar la resurrección de los Lakers. Luchará contra sus 37 años y las graves lesiones que ha sufrido en los últimos tiempos.