Houston Rockets, finalista del Oeste y uno de los candidatos al anillo, se dio un costalazo de impresión en su primer partido. Y en su pista, y sin Dwight Howard y Motiejunas. Denver Nuggets, un equipo que parece en tierra de nadie y que todavía no se sabe muy bien por donde arrancará, le dio un revolcón (85-105) de impresión en una segunda parte en la que firmó un parcial de 36-52. A base de tirones hasta el definitivo, con el liderazgo de Gallinari (23 puntos, 8 rebotes), que anotó uno de los tres triples que mataron definitivamente el choque. Los otros dos los firmó un viejo rockero: Jameer Nelson. Mientras, los Rockets se suicidaban con un 8/35 en tiros de tres, 2/12 un Harden que necesitó 21 tiros (6/21) para anotar 22 puntos. También sumó 6 rebotes y 6 asistencias.

Además del mando de Gallinari y las señales de vida que emitió Faried (18 puntos, 9 rebotes), Denver recibió 17 puntos y 9 asistencias de su nueva gran promesa, el rookie Mudiay que rozó un triple-doble no muy halagüeño: perdió 11 balones, el récord histórico de cualquier jugador en su primer partido NBA. En Houston, un equipo irreconocible en el tramo final del partido, Ariza firmó un 2/10 en tiros (6 puntos) y Ty Lawson un 3/10 ante sus excompañeros (12 puntos, 6 asistencias).