WARRIORS 112 - CLIPPERS 108

Un marciano llamado Stephen Curry (31) acaba con los Clippers

El base anotó 13 puntos consecutivos en la segunda mitad del último cuarto para acabar con la resistencia de los de Doc Rivers en un partidazo. Los Warriors siguen invictos.

0

Los Clippers visitaban el Oracle para medirse a los Warriors. The rivalry: no hay una enemistad semejante en la NBA actual. El primer partido marcado en rojo de esta temporada recién estrenada. Un duelo con todos los ingredientes de los Playoffs pese a disputarse en los albores de noviembre. Y no defraudó. Ambas superpotencias llegaban invictas a la cita. Al término de la misma sólo una podía seguir siéndolo. Una condición que han logrado mantener los actuales campeones, el equipo de Stephen Curry. Qué escandalo de jugador. Él fue el encargado de decidir el encuentro (112-108) con 13 puntos consecutivos en la segunda mitad del último cuarto. En total, 31 tantos y un 7/11 en triples en su casillero. En los 5 partidos jugados este curso, en 4 ha alcanzado la treintena para acumular un total de 179 puntos (sólo Jordan logró más en los últimos 30 años): 35,8 por noche. Es los más parecido a Matt Damon en The Martian, solo que Steph es un marciano en la Tierra y no en Marte.

Pero vayamos por partes antes de llegar a la traca final. Dos rápidas personales del actual MVP (si sigue así nadie duda que también será el próximo) condicionaron a los locales en el primer cuarto. Circunstancia que aprovechó Chris Paul (24-9) para dejarse oír. Así, los Clippers fueron gozando de leves ventajas en el inicio. Pero ni mucho menos despegaban. El fondo de armario de estos Warriors es inagotable: Ezeli, Iguodala, Harrison Barnes (luego hablaremos también de él), Draymond Green, Barbosa... Entre todos ellos se encargaron de mantener la nave a flote y aguantar el chaparrón. Luego, cuando Doc Rivers dio entrada a su segunda unidad (decepcionante al comienzo para acabar reivindicándose en el tercer periodo), el partido experimentó su primer gran cambio de guión. Ya con Curry de regreso al mando de las operaciones, los de Luke Walton (Steve Kerr sigue de baja por problemas en la espalda) fueron el equipo que asombró al mundo la campaña pasada y esta lleva camino de dejarnos boquiabiertos (+104 puntos a favor llevan en este arranque, el mejor de todos los tiempos). Como quien oye llover, Golden State metió una marcha extra y en un abrir y cerrar de ojos pasamos del 19-23 en el marcador al 46-29. Demoledor parcial de 27-6 en 8 minutos de juego.

Ya está. Hasta aquí. El rodillo en marcha. Eso pensamos unos cuantos (me incluyo). Pero entonces, los angelinos tiraron de orgullo y de calidad. Que también la tienen (y mucha). Paul y Blake Griffin volvieron a conectar y Austin Rivers, Lance Stephenson y DeAndre Jordan subieron la intensidad en defensa. 63-56 al descanso. Había partido. 

En estas que con 9 abajo en el marcador (73-64) de un Oracle absolutamente volcado con los suyos, Chris Paul cometía su cuarta falta personal. Un nuevo ejercicio de supervicencia para los angelinos que lograron sacar adelante gracias a unos minutos asombrosos de un Blake Griffin que ejerció de todo. Hasta de base. La mirilla se le desvió por vez primera en este curso a Curry y, punto a punto, los visitantes fueron acercándose hasta ponerse por delante (77-79). Misión que le correspondió a un Jamal Crawford que cogió carrerilla justo cuando llevaba un 0/7 en tiros. Los Clippers pegaban así el primer puñetazo encima de la mesa. Así que el público local convirtió el pabellón en una caldera: "Beat LA, beat LA...". Por primera vez este curso, los Warriors viajaban por detrás en el marcador tras el descanso. Faltaba ver cómo respondían ante un duelo igualado y apretado.

Y en esas apareció Harrison Barnes. 'El Halcón' se fue de caza cuando la presa más apretaba su marcha: 87-97 tras sendos triples de Wesley Johnson y Josh Smith. Pero él solito, el mismo que hasta la celebración por el título de este pasado mes de junio no había probado una sola gota de alcohol en su vida, anotó 10 puntos consecutivos y tuvo varias apariciones estelares en defensa. Resultado, parcial de 10-1: 97-98. Llegaba el momento de la verdad. Ese en el que las muñecas se encogen, la tensión se dispara (enganchón entre Green y Paul resuleto con una doble técnica) y se toman malas decisiones (ahí, Paul tampoco estuvo fino, como Griffin). ¿Que quién apareció? Un marciano llamado Stephen Curry para anotar triples inverosímiles (28 lleva este curso, marca histórica en los 5 primeros partidos de la NBA desde que la línea de tres se introdujo). Así es como todo un partidazo llegó a su fin. Con un genio en estado de gracia. Y que siga la fiesta.