LOS MEJORES BACKCOURTS

Ricky y Wiggins se cuelan en el Top-10 de parejas exteriores

Como no podía ser de otra forma, los Splash Brothers (Curry y Thompson) lideran este ránking con los mejores backcourts de la Liga. Pero hay mucho más...

0
Ricky y Wiggins se cuelan en el Top-10 de parejas exteriores

Para quien no sea un asiduo seguidor de la NBA, el término backcourt puede sonarle a chino. No se preocupe, antes de seguir se lo explicamos. Backcourt es la palabra que al otro lado del Atlántico utilizan para referirse a la pareja que forman el base y el escolta, el 'uno' y el 'dos'. No siempre es fácil que ambos logren entenderse (en ocasiones se trata de simple falta de química, en otras, es el ego el que marca la relación hasta truncarla), pero cuando ambas piezas logran combinar, el resultado puede llegar a ser tan satisfactorio como la unión entre las patatas fritas y el ketchup. ¿Puede haber algo tan sencillo como apetitoso?

Antes de entrar en materia, aclarar que en todo este tipo de listas prima (inevitablemente) la subjetividad. Ya se sabe, todos llevamos dentro de nosotros un seleccionador o un político. Nunca llueve a gusto de todos. No obstante, en base a una serie de criterios (estadísticos, mezcla entre ambos componentes, rendimiento pasado, presente y proyección futura, capacidad de decidir partidos...) este es el Top-10 que hemos elegido.

1. Stephen Curry-Klay Thompson (Golden State Warriors)

Estadísticas temporada 2015-16 (a 10 de noviembre): 48,5 puntos, 8,4 asistencias, 9,7 rebotes, 3,2 robos y 5,3 pérdidas. Normalmente, el número uno suele ser el puesto que mayor controversia suscita. No en este caso. En la NBA de hoy, no hay pareja exterior que ose compararse a los Splash Brothers. Curry y Thompson son el auténtico motor de los actuales campeones, dos auténticas máquinas de producir puntos. Y todo ello sin acaparar el balón más de lo necesario. Ambos cuentan con dos muñecas superlativas que les han llevado a batir a lo largo de las tres últimas temporadas el récord de triples convertidos por una pareja de compañeros. Más que buscarles una pareja que les haga sombra, su comparación empieza ser con la historia.

2. John Wall-Bradley Beal (Washington Wizards)

Estadísticas temporada 2015-16: 41,9 puntos, 11,3 asistencias, 8,1 rebotes, 3,5 robos y 8,5 pérdidas. Beal parece, por fin, recuperado y a su mejor nivel. Si a la amenaza de muerte que supone el escolta (no hace ni una semana acabó con los Spurs gracias a un triple letal prácticamente sobre la bocina) le añadimos una versión de Wall que mejora año a año, nos encontramos que en Washington (más allá del hipotético aterrizaje de Durant) tienen un motivo muy grande para sonreir. John, dos veces all star a sus 25 años, es el cerebro y Bradley el ejecutor.

3. Ty Lawson-James Harden (Houston Rockets).

Estadísticas temporada 2015-16: 40,6 puntos, 10,4 asistencias, 10 rebotes, 3 robos y 7,9 pérdidas. Al contrario que las dos anteriores, esta es una sociedad de reciente creación. Desconocemos todo lo que será capaz de ofrecer la mezcla entre Lawson y Harden (dos jugadores acostumbrados a retener el balón y a que este pase por sus manos una y otra vez). Unas dudas que en la primera semana de competición tomaron forma. Sin embargo, el devenir de los partidos ha ido trayendo resultados y con ellos la calma. El dúo Lawson-Harden está, sobre todo, en la manos del primero. Si Ty acepta convertirse en el pinche del chef Harden, el anillo podría estar un poco más cerca de Houston.

4. Kyle Lowry-DeMar DeRozan (Toronto Raptors)

Estadísticas temporada 2015-16: 39,7 puntos, 10 asistencias, 9,3 rebotes, 3,4 robos y 6 pérdidas. Cierto, no son ni la mitad de mediáticos (por mucho que Justin Bieber se empeñe) que la gran mayoría de sus compañeros en este ránking. Pero su eficacia y rendimiento, tanto en ataque como en defensa, están más que probadas. Si hace dos años fue DeRozan quien pisó el All Star Game, el pasado llegó el turno de Lowry. Son el motor los Raptors, un equipo atractivo de ver, pero al que en los próximos Playoffs (ya con Paul Pierce en el Oeste) habrá que exigirles un paso adelante. De que lo consigan, para bien o para mal (casi) todas las miradas estarán puestas en su combo exterior.

5. Derrick Rose-Jimmy Butler (Chicago Bulls)

Estadísticas temporada 2015-16: 31,4 puntos, 8,7 asistencias, 8,8 rebotes, 2,4 robos y 4,2 pérdidas. Seamos claros, si añadiéramos a la versión del Rose 2010-11 (MVP) la del Butler del curso anterior, podrían estar discutiendo el reinado de Curry&Thompson. Aunque claro, si nos limitamos a lo visto esta temporada, quizá resulte excesivo incluirles en el Top-5. Si consiguen encontar un equilibrio de fuerzas y repartir el liderazgo según el momento caliente de cada uno, los Bulls tendrán mucho trabajo hecho por delante. Públicamente se cruzaron algún reproche durante la pretemporada. Las fricciones existen, pero también la esperanza de verles coexistir al menos al 80% de su mejor nivel. A la vez. ¿Lo imaginan?

6. Jeff Teague-Kyle Korver (Atlanta Hawks)

Estadísticas temporada 2015-16: 28,9 puntos, 9,7 asistencias, 6,7 rebotes, 2,3 robos y 4,2 pérdidas. Puede que sus números no resulten tan llamativos como otros backcourts, pero se han ganado una buena dosis de confianza a base buen baloncesto y acierto en el lanzamiento exterior. No en vano, conviene no olvidar que ambos completaron una temporada histórica hace un año que les valió el billete para el All Star del Madison. Una pareja atípica a simple vista que se entiende, busca y encuentra a la perfección a partir de los bloqueos en el sistema de los Hawks.

7. Damian Lillard-C.J. McCollum (Portland Trail Blazers)

Estadísticas temporada 2015-16: 48,4 puntos, 10,4 asistencias, 7,4 rebotes, 1,9 robos y 5,8 pérdidas. Lillard afronta su primera campaña como único jugador franquicia de los Blazers, pero ha encontrado en McCollum (número 10 del draft 2013) un apoyo que les puede llevar a marcar una época en Portland. Son jóvenes, rápidos, certeros en el tiro y en este arranque de curso (en el que C.J. ha pasado de anotar menos de 7 puntos a promediar 20,9) han demostrado gran entendimiento entre ambos. Salvo los Splash Brothers, nadie anota más que ellos. Un consejo, no les pierdan la pista.

8. Ricky Rubio-Andrew Wiggins (Minnesota Timberwolves)

Estadísticas temporada 2015-16: 32,8 puntos, 10,7 asistencias, 8,1 rebotes, 2,8 robos y 4,5 pérdidas. Esta última madrugada, ambos han causado baja por molestias físicas. ¿Y qué han hecho los Wolves? Perder. El estilo de Ricky le viene ni que anillo al dedo a un jugador como Wiggins y viceversa: el último rookie del año necesita como el comer contar a su lado con un base generoso y de rápida lectura de juego para sacar tajada de su explosividad. Si las lesiones (como ocurre con el resto de los Wolves, puede que sea su mayor enemigo) les dan tregua, el techo a su crecimiento como combo se adivina muy alto.

9. Brandon Knight-Eric Bledsoe (Phoenix Suns)

Estadísticas temporada 2015-16: 39,8 puntos, 10,5 asistencias, 7,6 rebotes, 3,4 robos y 6,3 pérdidas. Otro backcourt de reciente creación (formado tras el inexpicable último día de mercado protagonizado el pasado febrero por los Suns) que se ha convertido en el principal activo de Phoenix. A Knight le costó adaptarse a su nuevo esquema, pero este año registra unos números similares a los de su mejor época en Milwaukee. Si a esto le sumamos la mejor producción ofensiva en la carrera de Bledsoe, obtenemos garantías de que este dúo puede funcionar a largo plazo. Se nota que ambos se formaron en Kentucky bajo las órdenes de Calipari. Y eso que Knight es bastante más hablador sobre el parqué que su compañero.

10. Goran Dragic-Dwyane Wade (Miami Heat)

Estadísticas temporada 2015-16: 29,9 puntos, 8,2 asistencias, 5,4 rebotes 1,8 robos y 4,6 pérdidas. No lo vamos a negar, este último puesto bien podría pertenecer a Paul&Redick (Clippers), Irving&Smith (la lesión de Kyrie es el gran motivo por el que esta dupla de los Cavs no aparezca) o Hill&Ellis (Pacers). Sin embargo, son dos jugadores los suficientemente experimentados y conocedores del juego como para mejorar su rendimiento, sobre todo en el caso de un Dragic que ahora mismo está muy alejado del jugador más mejorado que fue en 2014. Si mejora sus malos porcentajes y Wade se mantiene lejos de cualquier percance físico serio, forman una pareja capaz de poner en jaque a cualquier rival.