El descanso de Draymond Green les salió caro a los Golden State Warriors. La tercera derrota de la temporada (36-3) llega, para variar, con uno de sus mejores jugadores en la banda. En Milwaukee faltó Harrison Barnes y venían de jugar dos prórrogas la noche anterior en Boston: doble excusa. En Dallas fue Stephen Curry el que no pudo participar, y ayer en Denver el que no se vistió de corto fue Green. Todo esto se puede leer de la siguiente manera: tres equipos han sabido aprovechar los días menos buenos de los de Oakland, los días en los que el equipo no estaba completo, para arrancar tres victorias contra el mejor equipo de la competición. Cuando están todos, no les tose nadie. Pero las lesiones son parte del juego. ¿Deberían preocuparse en La Bahía?

Tu mejor jugador, que además en este caso es el MVP de la competición, anota 20 de sus 38 puntos (13-25 en los tiros) en el cuarto cuarto y dos de tus segundas espadas se van hasta los 17 y 18 tantos (Klay Thompson y Harrison Barnes) pero, aun así, no eres capaz de llevarte la victoria en la cancha de un equipo que no gana ni el 40% de sus partidos. No suena bien. Para qué engañarnos. Pero sí hay que entenderlo. Primero porque el Draymond Green actual tiene, posiblemente, (casi) el mismo valor para los Warriors que el propio Curry: es el que más minutos juega, el mejor reboteador y el máximo asistente del equipo. Y segundo porque los errores humanizan hasta a aquellos equipos que, como los de Oakland, parecen una máquina perfectamente engrasada y lista para arrollar a todo aquel que se ponga por delante. Así que no, no hay que preocuparse. Igual este descanso que ha costado una derrota termina evitando una posible lesión. Eso nunca lo sabremos, pero seguro que no será perjudicial para el jugador. Calma, Warriors. Aún queda mucho para los playoffs.

Mérito de los Nuggets

Al César lo que es del César. Y en este caso, a los Nuggets lo que es de los Nuggets. Danilo Gallinari lideró a los de Colorado con 28 puntos (17-19 en tiros libres) y, además, le robó el balón decisivo a un Stephen Curry en racha y con posibilidad de empatar el partido o poner a los suyos por delante con un triple (109-107). Y Gallo no fue el único de los locales que jugó un gran partido. Will Barton, una de las grandes revelaciones de la temporada NBA, sumó +20 puntos (21) por décima vez en lo que va de curso y Darrell Arthur y Gary Harris añadieron 18 y 19, respectivamente.

En los visitantes, que se pusieron por delante en el tercer cuarto (64-68), el mismo en el que acabaron concediendo un gran parcial que les llevó hasta el -10 con el que arrancaron el último periodo, se notó demasiado la baja de Green. Los puntos de Curry no pudieron tapar la falta de rebote (+10 para los Nuggets, los Warriors se quedaron 8 de su media de la temporada) y la peor circulación (25 asistencias, cuatro por debajo de su media de la temporada). En definitiva, gran esfuerzo local (ya les hicieron sudar hasta en la prórroga en su último partido en el Oracle) y una derrota que significa o debería significar poco para unos Warriors centrados en recuperar poco a poco al mejor Harrison Barnes (tres partidos seguidos de +10 puntos) y en que sus mejores jugadores no se queden sin gasolina. La temporada es larga.

Un último dato: 36-3 es el mismo récord que tenían los Chicago Bulls del 72-10 (1995-96) después de 39 partidos.