El partido que este jueves disputaron Orlando y Toronto en Londres (resuelto a favor de los Raptors en la prórroga: 103-106) se celebró bajo unas extraordinarias medidas de seguridad. La NBA, en coordinación con Scotland Yard (la policía metropolitina de la capital británica), preparó un gran despliegue en torno al O2 Arena, el único pabellón que ha acogido en Europa encuentros oficiales de la Liga: seis en concreto. Para acceder al recinto, cada asistente (público en general y prensa) tuvo que aguardar importantes colas en medio del viento helado que sacudía la ya noche londinense para ser exhaustivamente cacheados por los operarios. Además, se revisó el contenido de cada bolso, mochila y resto de objetos. Y es que, pese a no nombrarse directamente, estuvieron muy presentes los recientes atentados de París, Estambul y Yakarta; así como la propia amenaza que pesa sobre Londres. Esta misma semana se ha desvelado que 600 agentes han iniciado ya su formación para redoblar los esfuerzos de seguridad en la City.

“La organización está en constante contacto con las autoridades locales y cuenta con el asesoramiento de la Embajada”, explicó a AS Kent Christian, vicepresidente asociado de Eventos, Marketing y Operaciones de la NBA en Europa. "Para la NBA es una prioridad la seguridad de todos aquellos que acuden a los partidos. Tanto si son aficionados, como jugadores, equipo técnico o personal del pabellón", relató.

A su vez, el partido levantó una gran expectación: las entradas se agotaron a la hora de ponerse a la venta (un récord en lo que al Viejo Continente se refiere), se acreditaron un total de 172 periodistas de 15 nacionalidades distintas y se pudo seguir simultáneamente a través de 31 salas de cine de la cadena ODEON a lo largo del Reino Unido.