Por si no era suficiente con una revancha de las pasadas finales, Stephen Curry se encargó de poner un extra de pimienta antes de arrancar el encuentro. El base de los Golden State Warriors señaló, tirando de sarcasmo (según sus propias palabras posteriores, que adelantó Diamond Leung, Bay Area News Group), que esperaba "que todavía oliera un poco a champán" en el vestuario, el mismo en el que los de Oakland celebraron su anillo hace tan solo unos meses (ganaron allí el sexto de las Finales). "Nos traerá buenos recuerdos", concluyó.

Evidentemente, las palabras del MVP (algo sacadas de contexto) no cayeron bien en Ohio. LeBron James no contestó antes del partido porque no le preguntaron, pero dejó claro que sí lo haría después.

Draymond Green también aseguró que no había podido evitar esbozar una sonrisa caminando por los pasillos de 'The Q': "fue el mejor día de mi vida", dijo el ala-pívot.

Veremos si finalmente hay respuesta de James (aunque tal y como ha ido el encuentro no parece que éste vaya a contestar), pero lo que es seguro es que tenemos rivalidad para rato.

El empujón de LeBron

Muchos han aprovechado este momento del partido para decir que LeBron había pagado su frustración con el '30' de los Warriors y que las palabras de éste podían tener algo que ver. Más allá de todo eso, pareció de un simple lance del partido.