Steve Kerr volverá a ocupar su puesto en el banquillo de los Warriors, tras recuperarse de una doble operación en la espalda. De ese modo relevará de la máxima responsabilidad a su ayudante Luke Walton. Si hubiera seguido de baja, el exjugador de los Lakers podría haber acudido al All Star como entrenador de la Conferencia Oeste, siempre que Golden State se hubiera mantenido en el primer puesto de la clasificación. Pero con el regreso de Kerr, a día de hoy el técnico de Curry, Bryant, Westbrook, Durant y Leonard sería el de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich, segundo en la tabla con los texanos. Y es que una regla de la NBA impide que un técnico repita presencia en el Partido de las Estrellas y Kerr ya estuvo el año pasado en la edición celebrada en Nueva York.

Sobre esta circunstancia, mezclándola con los motivos de su regreso, ha bromeado el exjugador de Bulls, Spurs (con los que precisamente ganó los anillos de 1999 y 2003 a las órdenes de Pop) y Blazers, entre otros, según recoge en Twitter el periodista Diamond Leung: "Sé que si yo regresaba, según la norma Gregg Popovich tendría que ir a Toronto, y también sé lo emocionado que estaba por dirigir en otro All Star Game. La única razón por la que vuelvo es para que Pop pase el parón del All Star en el partido en vez de alguna playa con un mai tai en la mano".

Kerr estuvo especialmente simpático en su comparecencia previa al partido de este viernes contra los Pacers. "Tenía pensado hacer como Michael Jordan, enviar un fax con la frase 'He vuelto', ¿pero existen los faxes ahora?". Hablando sobre el desempeño de Luke Walton, también tuvo guasa el entrenador jefe: "Pensaba que tendría al equipo en un 40-3, pero es un 39-4, algo habrá que hacer". Y completó la broma diciendo: "Ha salto del barco a tiempo", refiriéndose al hecho de que los Warriors tienen que enfrentarse pronto a Spurs y Thunder.