REAL MADRID 94 - GIPUZKOA 88

Sergio Llull reactiva al Madrid con su récord de valoración: 36

Anotó 27 puntos y lideró el parcial de 22-0 del tercer cuarto. Los blancos pasaron de perder 61-66 a ganar 83-66. Carroll y Ayón, muy bien.

Madrid
0

ACB

Los domingos por la mañana están para esto, para que Walter Szczerbiak meta 65 puntos (se han cumplido 40 años de aquella hazaña) y para que Sergio Llull firme 36 de valoración, la marca más alta de su carrera tras agrupar 27 puntos (3 de 3 de dos, 6 de 9 en triples y 3 de 3 desde la personal), 8 asistencias, 3 rebotes y 2 robos en 27 minutos. Primero ayudó a Carroll a poner en órbita al Madrid y más tarde, ante una fenomenal reacción del RETAbet.es Gipuzkoa, llevó el partido a otra dimensión con 11 tantos en 150 segundos.

La exhibición de Llull no vino rodada en un duelo fácil, sino en una jornada extraña de entreguerras. Entre la batalla de Moscú del jueves y la Copa del Rey de la próxima semana. Lo que apuntaba a paseo dominical del Madrid, con intento de asalto incluido al récord de triples y al de asistencias, es decir, todo alegría con pedaleo festivo, se convirtió para los locales en un lunes de madrugón y nubarrones. Adiós jornada reparadora, adiós minutada para los menos habituales y adiós felicidad. Caras serias, empezando por la del jefe, Pablo Laso.

Lo ocurrido quizá tuviese algo que ver con la teoría de la relatividad, con esas ondas gravitacionales de Einstein. Y también lo que estaba por venir. Como si el Madrid jugara con el espacio y el tiempo. Ganaba por 14 (37-23) en el minuto 11 con 8 de 9 en triples —y 18 asistencias al descanso, 28 al final— y un cuarto y medio después caía por cinco tras un parcial de 21-40 (58-63). El Real, extraviado en algún lugar, había dejado de jugar (de atacar más bien, porque defender había defendido poco) y el Gipuzkoa, justo lo contrario. Mostraba una cara bárbara. Al principio no rehuyó el tiroteo y luego se sobrepuso a los balazos recibidos con Vrkic, Doblas, una buena defensa y la aparición de Landry, Marcus. Tres triples seguidos del americano al que Lima no podía sujetar más allá de la línea de tres (61-66).

Quedaba medio tercer cuarto y el Madrid lo volvió a hacer. Planeó en el tiempo y en el espacio de nuevo con Llull, Carroll y Ayón, los tres pilares, más Sergio/Taylor y Lima (el brasileño avanza puestos en la rotación). Once tantos de El Increíble lideraron el parcial de ¡22-0! que finiquitó el duelo (83-66).

El Gipuzkoa terminó con otro arreón (7-19) para aturdir más a la grada, aunque ya sin opciones reales. No iba a ganar en el Barclaycard Center pero sí a acumular energía para la batalla por la salvación. La sensación que transmite es que aún es posible. Porfi Fisac ha llegado al rescate. El Madrid también mira al futuro, a uno más cercano, a la Copa de A Coruña. A cinco días vista. Y lo hace con los ojos de Llull y de Ayón.