-¿Cómo se encuentra ante su debut en esta Copa del Rey tras salir de una larga lesión?

—Me siento muy bien, rogándole a Dios que no me suceda nada más esta temporada y poder seguir haciendo lo que me gusta hacer. El tiempo que he estado recuperándome de mi lesión ha sido un poco frustrante, pero es algo que puede suceder a lo largo de una campaña. Está olvidado.

—El domingo ante el Baloncesto Sevilla volvió a las pistas tras un mes y medio fuera de ellas. ¿Fue especial?

—No te lo puedes imaginar. Me sentí como un niño de 17 años. Tenía tanta ansiedad por volver, ya que nunca había estado tanto tiempo fuera de una pista de baloncesto, que salí eufórico y todo me fue bien.

—¿Qué espera de este torneo?

—Ante todo ganarlo. Es una competición de prestigio, con mucha historia y todos los jugadores deben entender la responsabilidad que conlleva el jugarla y, por qué no, ganarla. Además, el club lleva dos años sin conquistarla y va siendo hora de acabar con el dominio del Real Madrid, el último campeón de esta Copa.

—¿La lesión de Shane Lawal condicionará el potencial del Barcelona?

—La baja de cualquiera se nota en el equipo, pero creo que nuestro nivel y ritmo de juego están bien. No hay excusas. Todos estamos ansiosos de que llegue el primer partido para jugar a un alto nivel.

—¿Ve un claro favorito para llevarse la Copa?

—¿A usted qué le parece? En nuestra mente está que somos nosotros, humildemente hablando. Tenemos mucha ambición esta temporada. Ya ganamos la Supercopa y, ahora, queremos la Copa.

—Ya ganó esta competición en Turquía. ¿Ambiciona ganarla aquí?

—Ojalá sea así. Sería muy hermoso lograrla en mi primera participación.