NBA

Davis: a ritmo de partidazos... ¿para no perder 24 millones?

El ala-pívot firmó su contrato récord (145 millones por cinco años a partir de este verano) con la 'regla Derrick Rose', de la que depende que gane 24 millones más o menos.

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Dos partidos tras el All Star Weekend, dos victorias para los Pelicans, ante Sixers y Pistons, y dos descargas tremendas de baloncesto de Anthony Davis: 34 puntos y 7 rebotes en el primero y el íncreible 59+20 en Detroit. Su equipo lo tiene crudo, casi imposible, para llegar a playoffs: 22-33, a cinco partidos y medio del octavo y con dos equipos por delante (Kings y Jazz) en el camino hacia esa última plaza de acceso a las eliminatorias que ahora cuidan los Rockets. Pero Anthony Davis tiene más motivos para no bajar la guardia, incluso uno relacionado con el contrato récord que estrenará a partir de la próxima temporada (en la actual percibe un poquito más de 7 millones de dólares) y que tiene 24 millones pendientes de ser incluidos o no en la cifra total, que se firmó en unos históricos 145 millones por 5 años (la bonanza de los nuevos contratos televisivos)... con asterisco.

De entrada, el jugador juega para jugar, para ganar y para hacerlo lo mejor posible en cualquier circunstancia. Eso por descontado, porque cuesta creer que un tipo como AD salga a pista cada noche con su futuro contrato en la cabeza. Lo dice él mismo: “Se habla de eso ahora pero yo no pienso en ello, solo en salir y jugar. No pienso en si perderé o ganaré este o aquel dinero. Creo que si haces lo que tiene que hacer, las cosas irán saliendo como deben”. Y así es. Pero Anthony Davis firmó su nuevo y próximo contrato con el condicionante del máximo del 30% en cinco años, una traducción algo abstracta de lo que llanamente se conoce como la regla Derrick Rose. Según esta, el jugador al que cada franquicia puede designar para firmar una ampliación de su vínculo rookie por un máximo que supere el 25% del salary cap y lllegue al 30% (dentro de esa figura del designated player), puede aspirar a ese extra si cumple en su primer contrato alguna de estas tres premisas: ganar un MVP, ser al menos dos veces titular en el All Star Game o ser incluido al menos dos veces en los Mejores Quintetos de la temporada (primero, segundo y tercero).

Cuando se introdujo esta variable, Derrick Rose había sido MVP en su tercer año NBA y estaba por lo tanto capacitado para acogerse a ella. Así que el base de los Bulls le dio nombre. Después, ha habido casos en ambas direcciones. James Harden la firmó pero no la culminó, cosa que sí hizo Paul George: en sus cuatro primeras temporadas entró dos veces en el Tercer Mejor Quinteto (también fue dos veces All Star pero solo en una de ellas fue titular): 2014 y 2013. Había firmado ese 30% extra condicionado en septiembre de 2013.

Estas premisas son independientes: no basta con, por ejemplo, sumar una titularidad en un All Star y una presencia en uno de los Mejores Quintetos. Y en esas está Anthony Davis. En cuatro temporadas ha sido tres veces All Star, pero solo en la segunda de ellas (2015) fue titular. En el que se acaba de disputar en Toronto, fue reserva después de quedar en las votaciones noveno en el frontcourt del Oeste. Consecuencia de ese folclore digital que le puso por delante a Pachiula o Kanter pero también de la discreta marcha de su equipo, una decepción después de llegar a los últimos playoffs y un proyecto en eterno trance de frustración con las lesiones: ningún equipo suma tantos partidos de baja (159) entre todos sus integrantes.

Anthony Davis, en el resto de categorías, solo ha sumado hasta ahora su presencia en el Mejor Quinteto de la pasada temporada, 2014-15. Como ya le pasó el tren de la titularidad en el último All Star, sus bazas pasan por un improbable MVP o por volver a los Mejores Quintetos. Y, de hecho, si fuera MVP (no lo va a ser) también entraría obviamente en ellos, así que con esa condición tendría garantizado en cualquier caso alargar su contrato hasta ese máximo de 145 millones gracias al extra de 24 kilos que le daría la Derrick Rose rule. Y en ese sentido, partidos como el de Detroit sirven como mínimo para devolver al primer plano del escenario a un jugador cuya historia (tremenda desde que llegó a la NBA y tremenda a la vista de lo que tiene por delante) ha quedado en este curso sepultada por otras, los Warriors y sus cosas a la cabeza.

A su favor, Davis cuenta con el hecho de que podría ser incluido en uno de los quintetos como forward o como center, toda vez que en la presente temporada ha jugado un 55% de sus minutos como pívot. Parece que un jugador como él no lo tendría que tener difícil, pero las estadísticas avanzadas le dejan ahora mismo fuera de los primeros puestos en las dos categorías. La competencia: Kevin Durant, Kawhi Leonard, LeBron James, Draymond Green, Paul Millsap, LaMarcus Aldridge, Paul George, DeMarcus Cousins, DeAndre Jordan, Andre Drummond, Al Horford…

5000 puntos con 22 años: solo doce jugadores

Eso sí, en un año que no está yendo como esperaba ni en lo individual ni en lo colectivo, Anthony Davis ha colado su nombre en otro registro histórico al superar los 5.000 puntos en la NBA con 22 años: cumple 23 el 11 de marzo y ya está en 5108. Su nombre es el duodécimo en la lista, ciertamente ilustre, de los jugadores que han sumado al menos esos 5.000 puntos desde su llegada a la NBA y antes de cumplir los 23:

-LeBron James: 8439 entre 2004 y 2007

-Kevin Durant: 8128 entre 2008 y 2011

-Carmelo Anthony: 7286 entre 2004 y 2007

-Shaquille O’Neal: 6585 entre 1993 y 1995

-Kobe Bryant: 6178 entre 1997 y 2001

-Tracy McGrady: 6135 entre 1998 y 2002

-Dwight Howard: 5411 entre 2005 y 2008

-Kyrie Irving: 5375 entre 2005 y 2008

-Chris Bosh: 5355 entre 2004 y 2007

-Stephon Marbury: 5191 entre 1997 y 2000

-Anthony Davis: 5108 entre 2013 y 2016

-Derrick Rose: 5006 entre 2009 y 2011