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WARRIORS 109 - HAWKS 105

Sin Curry, los Warriors siguen su camino de milagro: 54-5

Draymond Green anotó la canasta del partido y Klay Thompson, que estuvo mal en el tiro, sumó siete tantos en la prórroga. Bogut, clave.

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Sin Curry, los Warriors siguen su camino de milagro: 54-5
AFP
NBA

Sin Curry, todo es mucho más complicado. Otra prórroga y otra victoria para los Golden State Warriors. Los de Oakland, que echaron de menos a su base en cada ataque, sufrieron hasta el final para sumar un nuevo triunfo que coloca su récord en un inimaginable 54-5. Draymond Green (15+13+9+4) anotó la canasta decisiva (un triple, para variar si hablamos de los Warriors) y Klay Thompson (26) remató la faena tras un partido más que regular. Con la victoria, los de La Bahía siguen perfectos en casa esta temporada (25-0) y ya acumulan 43 victorias seguidas en el Oracle Arena, a solo una del récord de la NBA que ostentan los Bulls de la 95-96. Sí, los del 72-10. Que siga la pelea.

Además del MVP (descanso, molestias en el tobillo), los campeones tampoco pudieron contar con Andre Iguodala (tendón de la corva), por lo que la actuación de los secundarios sería vital. Andrew Bogut acabó con 19 puntos (season high) y Barbosa y Speights ayudaron desde el banco (11 y 10 tantos, respectivamente). Pero la clave estuvo en defensa; la clave fue Draymond Green.

La presencia del ala-pívot lo cambia todo en los Warriors. Sus gritos, su intensidad, su lucha constante contra todo y contra todos, etc. Y es que no se trata solo de su sacrificio personal, sino que, cuando él está en cancha, su nivel de implicación da energías a sus compañeros, que le seguirían hasta el fin del mundo. El partido de ayer, sin Curry y contra las cuerdas, es una muestra perfecta de la importancia que tiene actualmente Draymond Green en estos Warriors: con el en cancha (+42 minutos), los Hawks solo pudieron anotar un 38% de sus lanzamientos; sin él, 77% (13-17). Brutal. Y, además, es capaz de ser vital en ataque, incluso fallando los tiros, por su capacidad para ejercer de base. Qué jugador.

"A Draymond se lo debían, de verdad. No ha estado metiendo sus triples últimamente, pero a veces solo hace falta que uno entre como sea (para volver a coger confianza). Aunque lo mejor de todo es que se dio cuenta inmediatamente de la situación y buscó el aro. Tuvo algo de suerte, pero se lo había ganado", aseguró Steve Kerr tras el partido.

La realidad es que ni Klay Thompson ni Harrison Barnes estuvieron a la altura de las expectativas en un día en el que les tocaba brillar. El escolta lo intentó todo, pero no encontró el ritmo en todo el partido (8-27 en tiros, 6-16 en triples). Aun así, anotó siete tantos en la prórroga, incluida la última canasta de los locales. Barnes, por su parte, no subió el peldaño de importancia que le correspondía. Se quedó en 12 puntos en 12 tiros (40 minutos), menos de lo que se necesita de él en un día como ayer.

En los Hawks, lo de siempre. Pero con el nivel de acierto de esta temporada y no de la anterior (Millsap 19, Horford 18 y Schroder 17). El triunfo permite a los Warriors seguir por delante del 72-10 a falta de 23 partidos. El 54-5 es el mejor balance de la historia de la NBA tras 59 encuentros. Cada vez queda menos.