"No quiero asustarte. Sólo prepararte. La presión de jugar en la NBA es algo que no todos los chicos de 20 años pueden soportar". Este es el Damon Stoudamire de ahora digiéndose al Damon de 12 años en una carta publicada esta semana en 'The Players Tribune'. 'Super ratón' (mide 177 centímetros) se labró una más que decente carrera a lo largo de trece temporadas (1995-2008) en la mejor liga de baloncesto del planeta. Se retiró con unos promedios de 13,4 puntos y 6,1 asistencias en su expediente. Coincidiendo con algunos de los mejores bases que poblaron la NBA en los 90 y a lo largo de la primera década del 2.000. A ellos se refiere en la carta a la que nos referimos, en la que sobre todo llama la atención los comentarios que dedica a Gary Payton, uno de los reyes del trash talking por los siglos de los siglos.

"Irá detrás de todo el mundo. Buscará a Scottie Pippen. Llegará el momento en el que jugarás contra él en Portland y estará en la oreja de Pippen (quien fuera su compañero en las cuatro temporadas que Scotttie pasó en Oregón). 'Ya no eres nadie, Scottie. ¿Dónde está Mike (por Jordan)? ¿Dónde está? No te tengo miedo'. Para recordártelo, por aquel entonces Pippen tendrá seis anillos de campeón. Gary ninguno. Pero no le importará. '¡Hey, Scottie! ¿Sabes qué? No estás ni entre los 50 mejores de la historia, ¿Te enseño mi lista? En ella apareces en el puesto 51. Tengo a Dominique por delante tuyo. Tú eres el 51, Scottie'. Este es el tipo de trash talking al que deberás enfrentarte. Ni se te ocurra siquiera abrir la boca. Si Payton va a tratar a Pippen de esa manera, a ti te mandará a terapia", le explica el veterano Damon a su joven yo.

Recuerdos de los más grandes

Jason Kidd: "Tú eres rápido, ¿cierto? Bueno, este tipo es igual de rápido que tú midiendo 1,93. Te va a meter cuerpo. Pero también te va a impresionar con su conocimiento del juego. Es un jugador completo"

Allen Iverson: "El jugador más atlético que vas a ver en tu vida. En toda tu vida. Mide igual que tú, pero sus brazos son el doble de largos. Sus manos, enormes. Puede anotar y lo hará. Y nunca le verás cansarse. No habrá ni un solo segundo en el que le veas flojear. Es un fenómeno"

John Stockton: "Fíjate en este tío. No parece nada del otro mundo, ¿verdad? Sólo quiere pasar todo el tiempo. Le tienes controlado. Faltan 10 segundos para terminar el partido. Su equipo va dos abajo. Balón en la frontal. Buscará a Malone en el poste. Cuatro... tres... dos... Espera. ¿Qué? Se levanta y tira de tres. En tu cara. Gana el partido. Es el jugador menos egoísta que juega en la NBA, pero se ocupará del gran tiro. No sólo es un tipo dura de pelar, sino que es tan duro como el infierno".