UCAM MURCIA 99 - REAL MADRID 104

El Madrid encaja otro triple in extremis y Doncic sale al rescate

Llegó a vencer por 19 (53-72) al UCAM Murcia, pero tardó más de cinco minutos en anotar en el último cuarto. Cabezas forzó la prórroga sobre la bocina. La fuerza de Doncic, clave al final.

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ACB

No hay día sin sobresaltos en el baloncesto blanco. Por h o por b, el carrusel siempre está en marcha. Este domingo en Murcia los de Laso domaron con estilo la voracidad inicial de un UCAM que pelea por los playoffs, aun sin el lesionado Faverani. Tomaron las riendas en el segundo cuarto tras sofocar la rebelión de Benite (17 puntos en el primer cuarto) y sentenciaron el duelo en el tercero con un parcial de 11-20. O eso parecía: 19 arriba (53-72) a 14 minutos del final. El empuje de Cabezas resultó clave en la reacción local. Primero para acercar posiciones y después con el triple sobre la bocina que forzaba la prórroga (93-93).

Con medio partido en el bolsillo y parte del otro, el Madrid empezó a no jugar a nada y tardó más de cinco minutos en sumar su primer punto en el último cuarto. Lima se iba al banco con cinco faltas, a Reyes le pitaban la cuarta (bastante dudosa) y luego una técnica por protestar. Eliminado también. Segundos antes de la prórroga, Llull seguía idéntico camino con otras cinco personales. Por un momento la cuenta decía 27 faltas señaladas (incluida la técnica) al Madrid y 16 al UCAM.

Pero el Madrid era un cero a la izquierda en ataque, mucho bote y nula circulación. Forzaba el uno contra uno y dio rienda suelta a la escalada de fe de los de Katsikaris, cada vez más convencidos y más acertados. Cabezas anotó de tres, le emularon Radovic, Antelo (83-86) y Wood puso el 88-89 a falta de 11 segundos. A Sergio Rodríguez, al contrario que en Vitoria el viernes, no le falló la puntería y anotó cuatro tiros libres seguidos: 13 de 13 en total y 90-93.

Quedaban seis segundos y Cabezas enfiló cancha contraria. Rudy pudo hacerle falta en medio campo, y no la hizo. Dudó y se le escapó. Y luego dudó más: pensó que el rival se podía levantar en cualquier momento para lanzar y los árbitros indicar tres tiros libres, como en la quinta de Llull ante Campazzo instantes antes. Doble fallo del alero y triple del júnior de oro, ya no tan júnior, claro (35 años). Prórroga.

El Madrid afrontaba los cinco minutos extra con tres eliminados y Maciulis de falso pívot. Y con Luka Doncic. El canterano había disputado siete grandes minutos en la primera parte y… ya. No volvió a pisar el parqué y ahora Laso recurría a él por los caídos bajo el fuego enemigo. El chaval hizo una demostración de fuerza y carácter. Bien atrás, lo peleó todo. Todo. Atrapó seis rebotes en un suspiro, incluido uno en ataque con canasta bajo el aro. La puntilla al UCAM.

El Chacho contestó en la prórroga el empuje de Cabezas, Rudy encarriló la victoria con un triple y Doncic la remató. Su presencia resultó decisiva. Incluso de cuatro podría ayudar más que otros compañeros que no juegan y debería ser fijo ya en las convocatorias, incluidas las de la Euroliga. O eso, al menos, pensamos muchos. Pide a gritos mayor protagonismo.

El Madrid aprovechó a su manera (incluyan ahí la minutada a El Imprescindible Ayón: 12 rebotes, 5 asistencias y dos robos) los traspiés del Baskonia y del Valencia, pero los aprovechó. Tiene el tercer puesto tan encauzado como el Barça el liderato, aunque aún puede dar caza al equipo valenciano. A un triunfo, eso sí, con el average en contra. Ahora mira ya a los ojos del Khimki. La supervivencia europea, en juego.