Laboral Kutxa repitió el OAKAZO de hace diez años y dejó perplejos a los 20.000 espectadores que abarrotaron el pabellón olímpico de Atenas. La autoridad con la que ha eliminado a Panathinaikos, en realidad, ha dejado sorprendidos incluso a la mayoría de seguidores baskonistas. Quien más quien menos esperaba un rival que le diera mucha más guerra. Pero todo ha sido conseguido gracias al trabajo encomiable de un grupo limitado en cuanto a número pero enorme en entrega. Y, al frente, un Perasovic que ha dado sopas con honda a Djordjevic.

El choque de ayer arrancó con un Panathinaikos más metido (8-2, min. 3) pero, incomprensiblemente, el entrenador serbio sentó a un Jankovic que estaba haciendo mucho daño a Baskonia. A base de tiros libres, el conjunto de Perasovic empató el choque e incluso terminó el primer cuarto por delante (17-20).

El segundo periodo fue, sencillamente, excepcional. Los vitorianos tenían una sangría con el rebote pero apenas perdían balones. A base de triples, llegaron a la decena de diferencia (28-38, min. 16). Los dos bases entendieron perfectamente su rol, Corbacho y Bertans acertaban desde el 6,75 y la defensa era también muy efectiva. Los griegos apenas pudieron practicar el pick and roll entre los bases y Raduljica o Kuzmic.

Nada más regresar de los vestuarios se evidenció que Panathinaikos sólo tenía una bala en la recámara y salió dándolo todo. Baskonia se atascó en anotación (sólo 14 puntos en ese cuarto) y los de Djordjevic le dieron la vuelta al partido (54-52, min. 27). Por lo menos, Laboral Kutxa no permitió que los atenienses pusieran tierra de por medio en ese momento. Tenían que llegar vivos a los últimos diez minutos para gozar de opciones reales.

Y a fe que acabaron sacando réditos a esa apuesta. Adams comenzó a ametrallar la canasta helena. Más tarde, Bourousis y James se unieron a la fiesta de los triples y, poco a poco, entre todos fueron colocando en el luminoso una diferencia inalcanzable para los del trébol (68-78, min. 37). El OAKA tributó un gran reconocimiento a Diamantidis, Djordjevic lo sentó en el banco en el último minuto y Laboral Kutxa sacó el billete para la Final Four donde se las verá con Fenerbahce. Los vitorianos estaban preparados para jugar un segundo choque el viernes pero, nada más llegar al hotel de concentración, el delegado anuló dos noches más de estancia en la capital helena. En definitiva, 3 a 0 y rumbo a Berlín.

Perasovic: "Mis jugadores son los mejores"

“Mis jugadores son los mejores. Han hecho un gran partido pero, en realidad, lo que están haciendo es una magnífica temporada. En Euroliga se lo han ganado. Bourousis es una de nuestras referencias, juega como si fuera un base. Es un gran jugador y una gran persona. Nos está ayudando mucho pero hoy todos los jugadores han estado a la altura y me alegra mucho llegar a la Final Four de Berlín”.