NBA | RANKING DE CANDIDATOS

Walton, Messina, Hammon... ¿Quién entrenará a los Lakers?

Quién suena y quién no, quién tiene opciones y quién no, pros y contras de los principales candidatos... todo lo que tienes que saber sobre la búsqueda de técnico en los Lakers.

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Walton, Messina, Hammon... ¿Quién entrenará a los Lakers?

Los Lakers buscan entrenador después de fulminar a Byron Scott y su 38-126. Los Lakers buscan al que será su quinto entrenador en seis años, si se cuenta la interinidad de Bernie Bickerstaff y desde la salida de Phil Jackson. Los Lakers, que a nadie se le olvide, tienen problemas más serios que acertar con el nuevo técnico, sin que eso niegue que esta es una decisión crucial. Más problemas:

-Kobe Bryant se ha ido. En qué grado era culpable, excusa, chivo expiatorio o cortina de humo, ya no importa. No estará, ni él ni su contrato ni su alargada sombra ni su gira de despedida.

-Los hermanos Buss, y esto sí es capital, siguen siendo agua y aceite. Jeanie es pareja sentimental de Phil Jackson y Jim no quiere saber nada del Maestro Zen. Entre ellos y Mitch Kupchak tienen que decidir si quieren que los Lakers sean por fin una franquicia de este siglo. Y eso quizá pase por encontrar un entrenador en el que todos confíen y, por lo tanto, deleguen. Jim, por cierto, prometió que la familia se iría si la próxima temporada (2015-16, cuando lo dijo parecía que quedaba un mundo) los Lakers no luchaban por ser finalistas de Conferencia. Ejem. Ya se sabe: si el padre y maestro Jerry Buss levantara la cabeza…

-Los Lakers tienen un bloque joven prometedor (Russell, Clarkson, Randle, hasta Nance y Brown) y pueden tener más de 60 millones de dólares para invertir en el próximo mercado. También tendrán un primer pick en el draft que será top 3 o no será (se iría a los Sixers). Las opciones de retenerlo son del 54%, y si es 1 ó 2 se accedería a Ben Simmons y Brandon Ingram, dos piezas de primera categoría. El sorteo de la lotería es el 17 de mayo, el mercado se abre el 1 de julio. Por esas (decisivas) fechas pasa el futuro y para entonces los Lakers querrían/deberían tener entrenador. Están en plazos de cumplir con la segunda, con la primera van más justos porque Kupchak habla de un “mínimo” de dos semanas en una búsqueda que no pueden en ningún caso eternizar. Ya se han ido, por cierto, Tom Thibodeau y Scott Brooks. Y otros (Houston Rockets, Sacramento Kings, parece que New York Knicks…) también buscan técnico.

Así que estos son los candidatos, lo que les acerca o les aleja y, hasta donde se puede calcular, sus opciones de reales de entrenar a los Lakers, un cargo que ahora mismo tiene sus atractivos (es así, a pesar de todo) pero que solo es apto para valientes. Valientes que sepan de baloncesto, claro. Las apuestas (según Bookmaker) ponen a Luke Walton a la cabeza, por delante de Derek Fisher, Mark Jackson, Jeff Van Gundy, Kevin Ollie y Ettore Messina, por eso orden.

-Luke Walton: Ahora mismo y a priori, el candidato más mediático y más atractivo en la superficie. Algunos han querido hacer coincidir el timing de la salida de Scott con el final de la eliminatoria Warriors-Rockets, que podría dar unos días de margen para la consabida entrevista personal. Walton tiene el pedigrí: drafteado por los Lakers en 2003, jugó nueve años en la franquicia y ganó dos anillos. Conoce la casa (como Scott, habría que añadir) y viene de trabajar con Steve Kerr en los Warriors pluscuamperfectos. De hecho, y durante la baja de Kerr, fue head coach en el 24-0 inicial y un 39-4 total para abrir la temporada. Es joven, tiene pasado como jugador, presencia y discurso… y hasta ha trabajado a las órdenes de Phil Jackson. Si se pone a tiro, será él. O debería ser él.

-Ettore Messina: Un año como consejero en los Lakers, desde 2014 como asistente de Popovich en los Spurs y un nombre que surge casi en cada rumor relacionado con un banquillo NBA. Los Lakers habrían pedido ya permiso en Texas para hablar con él. Respetado en Estados Unidos, donde se valora su trayectoria en Europa… pero al fin y al cabo un experimento. En cualquier caso, está en las quinielas, y no precisamente mal situado.

-Jeff Van Gundy: No entrena desde 2007 y es un analista televisivo ineludible. Su estilo no gusta a todo el mundo pero ordena y hace ganar a sus equipos. Los Rockets, el último sitio donde entrenó, también le quieren aunque es otro que suena para cada banquillo vacante. Desde luego pondría autoridad en los Lakers, bien entendida (autoridad inteligente: Scott otra vez…) pero la cuestión es si su ideario encaja con la cultura de la franquicia. Sin olvidar las refriegas que solía tener con Phil Jackson. Claro que eso, seguramente, espantará a Jeanie… pero gustará a Jim.

-Mark Jackson: Un tipo particular cuyo paso por Golden State Warriors ha dejado un regusto agridulce por lo que vino después. Puso seriedad y estructura defensiva en la franquicia, y desde luego ayudó a cimentar lo que Steve Kerr convirtió después en un equipo para la historia. En el lado malo, unos esquemas de ataque como mínimo rudimentarios. Los jugadores creían en él, la franquicia no. Y tiene un carácter apasionado pero, por decirlo suavemente, controvertido. Y cierta facilidad para buscarse enemigos.

-Derek Fisher: Se ha postulado pero parece que los Lakers, y a priori es una decisión sensata, prefieren otras opciones. Ha salido tocado del experimento con Phil Jackson en Nueva York. Pero tarde o temprano tendrá otra oportunidad y en los Lakers, ya se sabe, ganó cinco anillos. Por ahora no parece en la primera fila de la parrilla de salida.

-Kevin Ollie: De los universitarios, el que más interesa en la NBA. Sacarle de UConn (a la que hizo campeona casi por la vía rápida en 2014) sería muy difícil. Es joven (42 años), exjugador, con una reputación a prueba de bombas… y un sueldazo. Pero a diferencia de otras ofertas que le han llegado o le han rondado, parece que la de los Lakers le resultaría “intrigante”. Es un primer paso. En una época de cambio de guardia en los banquillos, con muchos clásicos dejando paso a una nueva generación, el trasvase universitario continuará porque todavía impresiona más lo de Brad Stevens que lo de Fred Hoiberg. Sería un riesgo que merecería la pena correr.

-David Blatt: Salió de los Cavaliers tocado, al menos en términos de autoridad, pero muchos recuerdan como hilvanó a los Cavaliers en la segunda mitad de temporada y cómo les hizo defender en playoffs, machacados por las lesiones. Los Lakers, bien mirado, le darían la oportunidad de hacer aquello que iba a hacer en los Cavs antes de la llegada de LeBron: entrenar con paciencia y tacto a un grupo de jugadores jóvenes. Se metería, eso sí, en otro nido de presión casi irrespirable.

-Jay Wright: Acaba de ser campeón con Villanova, así que ha sonado de forma recurrente para el salto NBA, que tampoco parece que le obsesiones precisamente. Lleva en esa Universidad desde 2001 y, si la vía es la de la NCAA, parece una opción más débil que la de Ollie o que el intento casi imposible, otro de esos viejos anhelos de la gran liga: John Calipari. El más difícil todavía.

-Nate McMillan: Mucha gente parece no acordarse, pero hace no tanto era un entrenador de primera fila. Asistente ahora en los Pacers, tiene un libro de estilo muy claro y desde luego es estricto, meticuloso y lo suficientemente sensato. En cierto modo, es una opción al estilo Byron Scott… pero mucho que Byron Scott. No es ahora mismo un candidato mediático, por decirlo suavemente.

-Becky Hammon: Solo tiene 39 años pero lleva un par trabajando con Gregg Popovich y tiene una enorme experiencia como jugadora. Si fuera un hombre, estaría en tantas quinielas como Luke Walton, seguramente. Y como tarde o temprano una mujer entrenará en la NBA y ella tiene muchas opciones de ser la primera (con Nancy Lieberman como gran rival: otra que podría estar en esta lista), la pregunta sería: ¿por qué no? El riesgo podría merecer la pena casi en todos los sentidos, sería excelente desde mil puntos de vista si funcionara… y al final, casi, casi ninguna opción garantiza el éxito. Habría que, como mínimo, considerarlo, aunque nadie ha dicho nada al respecto ni se sabe si ella estaría por la labor. En el cuerpo técnico de los Spurs no se vive precisamente mal.