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A.C. Green: vuelve la historia del 'virgen de hierro' de la NBA

Will Ferrell prepara un documental sobre el jugador que batió el récord de partidos seguidos (1.192) porque, decía, mantuvo la virginidad...

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A.C. Green: vuelve la historia del 'virgen de hierro' de la NBA

Cuando la NBA aterrizó de forma mediática en España eran tiempos, todavía, de batallas Lakers-Celtics y de una versión de los angelinos (la campeona en 1987 y 1988) que todos los aficionados nos aprendimos de memoria: Magic Johnson, Byron Scott, James Worthy, AC Green y Kareem Abdul-Jabbar, con Mychal Thompson como sexto hombre. De ellos, uno de los grandes equipos de la historia y uno que a este lado del Atlántico sentíamos como una diversión casi imposible, héroes entre hombres (como los guerreros indomables de Boston), el más terrenal, casi el único terrenal de hecho, era AC Green. El obrero, el pegamento de un equipo legendario, el jugador ponía cemento y sudor entre los ganchos de Kareem, las bombas exteriores de Scott y los mates de Worthy a la carrera y tras pases sin mirar milimétricos de Magic. Y sin embargo, en cierto sentido, AC Green era el menos humano. Por lo menos, si hablamos de instintos…

La historia forma parte de la leyenda de la NBA y ahora la recupera el actor Will Ferrell en un documental que está produciendo y en el que se está encargando de las entrevistas: AC Green batió el récord de partidos seguidos disputados y lo hizo, según él, por su absoluta abstinencia. Del alcohol, de las drogas… y del sexo. Eran, hay que recordarlo, aquellos Lakers de los 80 que pasaban por las ciudades como estrellas del rock y que continuaban los partidos en su Forum de Inglewood con fiestas organizadas por el dueño, Jerry Buss. Era el Hollywood de una década en la que los peligros de la cocaína solo se intuían y en la que las chicas hacían cola para conocer a los integrantes del mejor equipo de baloncesto del mundo. En esas circunstancias, AC Green jugó 1192 partidos seguidos (sigue siendo un récord absoluto para the iron virgin: el virgen de hierro) y 1278 de los 1281 que disputó en su carrera: el 99,8%. Solo se perdió tres, en su segunda temporada (1986-87) y su racha de partidos seguidos duró desde el 19 de noviembre de 1986 al 18 de abril de 2001.

Green ganó tres títulos: 1987, 88 y 2000, de vuelta en los Lakers (que le dieron el numero 23 del draft en 1985) tras pasar por Suns y Mavericks y antes de retirarse en Miami. En su primer tramo en L.A., fue máximo reboteador del equipo (el pegamento) en seis de ocho temporadas e incluso llegó a ser All Star en 1990 tras promediar casi 13 puntos y 9 rebotes por partido. Para Green la clave de su longevidad estaba en la virginidad, que conservó durante toda su carrera y hasta que se casó con su esposa, Veronique, con casi 39 años y después de retirarse (su boda, el 20 de abril de 2002). Claro que también pudo influir un tipo de hipo crónico que no le dejaba dormir más de dos horas seguidas y que solo calmaba entrenando sin parar.

El asunto de la virginidad le llegó con su férrea conversión al cristianismo en sus años de instituto, algo que le hizo no faltar tampoco ni a su sola clase en toda su vida estudiantil. Después, la abstinencia sexual en unos Lakers que eran pura fiesta carnal: en los hoteles, Magic Johnson le enviaba chicas a su habitación, a las que él rechazaba muchas veces sin apenas abrir la puerta y recitándoles frases de la biblia. Así creció la leyenda del virgen de hierro, como mínimo de un tipo con una voluntad pasmosa.

Después, cuando mantuvo relaciones sexuales con su mujer tras la boda, aseguró que la espera “había merecido la pena” y que solo tenía “una sonrisa constante en la cara”. También habló de lo que suponía su postura en aquellos locos años 80: “Sé que mis compañeros y hasta jugadores de otros equipos hacían apuestas, les parecía imposible que cumpliera mi palabra. La verdad es que la mayoría de los que entraban en ese mundillo perdían la cabeza: las chicas eran realmente bonitas. Pero pasaron unos seis meses y empezaron a ver que iba en serio, que era una cuestión de disciplina irrenunciable para mí. De hecho, años después algunos me han venido a decir que ojalá se hubieran pensado mejor también algunas de las cosas que hicieron”.

¿Un tipo fascinante o sumamente aburrido? Desde luego una historia única en la NBA, que pronto  volverá a estar de actualidad gracias al documental “The Iron Virgin” y a Will Ferrell, que ha debido pensar que AC Green (y sus circunstancias…) no tenía absolutamente nada de aburrido.