Para evitar sobresaltos el Madrid ahuyentó fantasmas a patadas. Los de 2008, cuando cayó eliminado en cuartos frente al Unicaja. En seis minutos no quedaba ni uno revoloteando y encaró el resto del choque sin nervios. Mantuvo el temple hasta el final. Los blancos siempre habían avanzado limpios a semifinales en la era Laso (2-0). Esta vez hubo tercer encuentro, aunque ninguna incertidumbre. Ayón recuperó su traje de superhéroe al servicio del colectivo y se desquitó de su expulsión del domingo. Se zampó el duelo a bocados. Espera ya el Valencia, sin tregua de por medio. El primero asalto es este jueves (21:00, Canal+ Deportes) y el segundo, el sábado.

Taylor y Maciulis salieron de titulares para acompañar a Sergio Rodríguez en el perímetro. Taylor marcó de cerca a un Campazzo genial que se ha ganado volver al Madrid, pero necesita el pasaporte italiano que no llega, el de su abuelo. El UCAM Murcia tardó más de seis minutos en estrenarse: 14-0. Y ahí se dejó la maleta con sus opciones bien dobladitas. Temporada histórica pero sin hazaña final. No pudo romper ni a soñar, porque el Madrid recuperó del baúl de los recuerdos su mejor versión defensiva. Asfixió al rival, que salvo destellos del explosivo Facundo (17 puntos al descanso), no encontró el camino hacia la canasta en ningún momento. Las conexiones defensivas se multiplicaron, como si fueran neuronas, con un bajito siempre pendiente de acudir a la ayuda en la labor de zapa de un desgastado Faverani.

En ataque, el Real leyó de inicio los desajustes y buscó a Thompkins en la pintura frente a un Rojas mucho más pequeño y algo superado por el ambiente en su contra. Fue quien recibió el domingo el codazo de Ayón y la grada le recordaba su provocación previa, ese toque en el trasero. Pronto entraría Llull, otra amenaza a vigilar por el UCAM, y Ayón lo aprovechó con su movilidad para hincharse a anotar y a sacar faltas. Su sed de desquite le llevó a cotas elevadas: 18 puntos, 8 rebotes y 33 de valoración en apenas 24 minutos. Campazzo seguía más solo que la una. Antelo no aparecía, tampoco Cabezas ni Radovic ni Wood... Ni nadie.

Al poco de empezar el tercer parcial la eliminatoria ya no existía: 61-38. El último cuarto sirvió para que Carroll pasara de 0 a 100. De -4 de valoración a 18 puntos anotados, 15 en ese parcial. Y sirvió también para que Doncic y Willy agruparan minutos y sensaciones. No jugó Rudy, lastrado de manera crónica en la espalda, aunque va mejor. Tampoco Lima.