Si prospera la rebelión que están tratando de alentar los Cavaliers al grito de “el Lago contra la Bahía” (el gigantesco Lago Erie que baña la ventosa Cleveland como reverso de la soleada Bahía de San Francisco), los Warriors van a necesitar de verdad a los Splash Brothers, Stephen Curry y Klay Thompson.

En los dos primeros partidos bastó que estos funcionaran casi como señuelos, cebos que atraían a la defensa de los Cavs y permitían alimentarse a Livingston, Green, Iguodala… pero en el nivel del tercer partido de los Ohio, y con una versión por ahora recuperada de Kyrie Irving y LeBron James, más les vale a los Dubs que su backcourt titular empiece a funcionar. Hasta ahora no lo ha hecho… como tampoco lo hizo en las Finales 2015, también ante los Cavaliers. Nueve partidos totales para ambos en lucha por el anillo y, por ahora, unos números impropios.

Sumada la Final del año pasado y lo que llevamos de esta, Stephen Curry promedia 22,8 puntos con un 44,5% en tiros de campo y un 39,5% en triples. Y con 5,6 asistencias por 4,7 pérdidas.

Si se miran sus números de esta Regular Season, la del MVP unánime: 30,1 puntos, 50,4% en tiros totales, 45,4% en triples, 6,7 asistencias por 3,3 pérdidas.

La diferencia es abismal. Curry solo ha llegado una vez a 30 puntos, en el crucial (y excelente) quinto partido de la pasada Final, en el que se fue a 37 puntos con un 7/13 en triples. En cuatro ocasiones se ha quedado sin llegar a 20 (entre ellas, los tres partidos de este año) y en siete no ha pasado de cuatro triples convertidos. Solo ha llegado 4 veces al 50% en tiros y otras cuatro a por lo menos un 40% en triples. Y, para colmo, en más de la mitad de los partidos (cinco de los nueve) ha acumulado las mismas o más pérdidas de balón que asistencias.

Desde luego, eso no son números de Stephen Curry, que jugó un partido especialmente horrendo en el tercero, en el Quicken Loans Arena de Cleveland. Pero es que si se analiza a Klay Thompson es todavía peor. En los nueve partidos, 14,5 puntos de media con un 37,5% en tiros de campo y un… ¡28,4% en triples!

Como Curry, solo ha anotado una vez 30 puntos, en su caso en el segundo partido de 2015 (34) y tampoco ha llegado en esta Final 2016 a 20. Además, en cuatro partidos se ha parado en 10 o menos puntos, apenas promedia dos triples por partido y en cinco se ha quedado en solo uno convertido, con un total en ellos de 5/24. Solo ha llegado al 50% en tiros una vez, y otra al 40% en triples. Y para colmo, ahora está teniendo problemas hasta con los tiros libres: 2/5 en los tres partidos que llevamos disputados.

Así las cosas, desde luego, son más difíciles para los Warriors. Pero así ganaron en 2015 y así estaban 2-0 antes de aterrizar en Cleveland. Pero si los Cavs aprietan de verdad, el Lago contra la Bahía, todas las miradas se centrarán otra vez en los Splash Brothers. Los que pueden reventar un partido, y la Final, con solo ajustar un poco el punto de mira…